Operación regalo

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Una cuestión de corazón y no de logística

Operación Regalo es una animación acerca de la Navidad, un acontecimiento que estaremos todos de acuerdo, está más que explotado en el cine. Abundan, llenan la pantalla y sobran películas sobre la temática, que se establece más que como una oportunidad de hacer arte, como una palanca para llenar las arcas hollywoodenses. Dicho esto, Arthur Christmas (título original) se destaca entre tanto intento fallido de innovar acerca de la Navidad.
En 1er lugar se nota un buen trabajo de guión, con una historia completa y atractiva, con personajes bien elaborados y concordancia con el escenario que plantea. En el film ser Santa Claus es una tradición que se pasa de generación en generación entre los Claus, un clan familiar bastante disfuncional, que en este trabajo resulta bien adaptado a las interacciones de una familia normal humanizando la puesta y creando un vínculo más cercano con el público. Otro aspecto interesante e innovador es la evolución a través del tiempo de la "operación regalo" (reparto de los regalos por el mundo) que se lleva a cabo cada Navidad, mixando en el nudo de la película los métodos anticuados de repartir los regalos a todos los niños del globo (el viejo trineo tirado por los renos) y los avanzados métodos tecnológicos que utiliza la nueva generación a cargo de la tarea (trineo con forma de nave espacial repleta de duendes que parecen sacados de una película de James Bond). En este contexto, encontramos a Arthur, que vendría a ser el hijo torpe pero de buen corazón del actual Santa Claus y la 2da opción como su sucesor. Como 1ra opción está Steve, el hermano mayor de Arthur y gran cerebro de la fastuosa operación tecnológica, que está más enfocado en cumplir tiempos y procesos que en hacer felices a los niños. Completan la familia el muy divertido abuelo Claus y el Sr. y la Sra. Claus.
La animación es impecable y colorida, marcando una buena transición del estudio Aardman de los muñequitos de plastilina en stop motion de "Pollitos en Fuga" y "Wallace y Gromit" a la animación digital.
Para cerrar, la historia es innovadora y divertida, la animación está muy bien lograda, los personajes son bien divertidos (quizás el menos divertido es justamente Arthur, pero se lo perdonamos) y dura unos gloriosos 97 minutos. Una buena opción para llevar a los chicos en estas épocas y pasarla bien uno mismo, ¿por qué no?.