Operación Cóndor

Crítica de Santiago Mallea - Cinescondite

Documental que narra y reconstruye las historias de víctimas y sobrevivientes de los crímenes de lesa humanidad que ocurrieron en Latinoamérica durante las dictaduras militares.

La década de los ’70 significó uno de los momentos más oscuros y desalmados para toda América Latina. Videla, Pinochet, Stroessner, Bordaberry y Castelo Branco, entre tantos: dictadores responsables de asesinatos, desapariciones, torturas y secuestros en sus respectivos países así como en los vecinos. El plan de coordinación, apoyo y encubrimiento entre los gobiernos militares al que llamaron Operación Cóndor dejó miles de víctimas, y desde el lado más humano ahora se encuentra en Cine.ar hasta el jueves 7 el documental que se centra no solo en quienes perdieron a alguien, sino también en quienes pudieron sobrevivir.

Operación Cóndor está dirigido por Emiliano Serra y Andrea Bello -sobreviviente de la ESMA y militante de los derechos humanos- y cuenta con la colaboración de Stella Calloni, reconocida periodista que escribió dos libros sobre el tema. El documental abre con el juicio en 2013 y cierra con su finalización en 2016, pero lejos de detenerse en líneas de tiempo, especificaciones históricas y hechos generales de cada país, el objetivo es tocar el aspecto más delicado de los crímenes: las victimas.

Si bien existen y muestran algunos documentos o recortes sobre los ataques coordinados, lo que más importa son los testimonios. Dejan a cada persona su tiempo, narran historias diferentes y respetan el ritmo de cada una. Las entrevistas traspasan la pantalla con zooms y planos detalles que acercan a la intimidad y comparten esos sentimientos. En las partes más duras y dolorosas se mantienen las pausas y los silencios, lo que hace imposible no empatizar con el/la narrador/a.

Operación Condor
Por cada víctima hay una historia, y poner todas en un mismo trabajo sería imposible. Sin embargo, la variedad de fuentes testimoniales dan el mejor vistazo que se puede llegar a tener. Las experiencias pasan de Argentina, a Chile, Paraguay y Uruguay, así como las dolorosas palabras no solo salen de hijos, parejas y padres de desaparecidos sino también de quienes pudieron sobrevivir y hoy contar con pena su lucha.

Entre tantos entrevistados -la gran mayoría parte de la filmación- destaca un relato; regalo de una sobreviviente que no se siente preparada para estar frente a cámara. Como herramienta visual y para acompañar la fuerza de su narración de cómo escapó del cautiverio, los directores reconstruyen la escena mostrando solo los diferentes espacios del lugar donde estaba encerrada, descompuesto y venido a menos por el paso del tiempo. Con cortas apariciones de sombras, logran a través de la ficción traer esa desesperación.

El trabajo de Serra y Bello es un testimonio completo del aspecto humano de una tragedia que toda América Latina comparte. El respeto y tiempo que se le da a cada historia, así como la variedad que eligen al momento de seleccionar para la narración, hacen un documental con el que es fácil identificarse. Está disponible para ver en cine.ar hasta el jueves 7, y verlo es ayudar a que Operación Cóndor no sea más un ejemplo de crueldad e impunidad, sino un relato de fuerza que mantendrá por siempre vivo el grito de memoria, verdad y justicia.