Ónix

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

CON ESTILO JUVENIL Y HUMORISTICO

En su segundo largometraje, el director Nicolás Teté aborda el viaje de una joven a la ciudad donde vive su familia materna y lo que surge del reencuentro con sus primos a los que hacía tiempo que no veía. Con estilo juvenil y humorístico, Onix parece emparentarse con un estilo de film y series nacionales que vienen circulando hace un tiempo como Vóley o Tiempo libre y la local Barrenador, estas dos últimas hechas para Internet. Este tipo de propuestas se apoyan en lo bizarro y ridículo para provocar la risa, y el film de Teté lo logra por momentos.

Si bien Onix tiene varios aciertos, la película no logra ser una producción homogénea: hay momentos en los que el humor funciona muy bien y otros en los que hace agua. Esto se ve acentuado por las diferencias entre los actores. Por un lado Camilo Cuello Vitale y Ailín Salas sobresalen con muy buenas composiciones, mientras que los demás intérpretes no ofrecen su mejor cara. Cuello y Salas resaltan porque explotan un humor con estilo propio.

Pero como decíamos, la película es despareja y se adivinan varios aciertos a la hora de mostrar a los protagonistas entre lo cotidiano y lo estrafalario, por otra parte ese registro como de “vida en vivo” pierde ante la evidente locura que se oculta.