Omisión

Crítica de Maru Manson - Toma 5

Si bien el sigilo sacramental, mejor conocido como secreto de confesión, no es un tema que haya escapado a las garras de la industria cinematográfica (lo hizo el mismísimo Hitchcock en
el film <a href="http://www.imdb.com/title/tt0045897/?ref_=nv_sr_1">“Yo Confieso”</a> de 1953), pocas son las películas nacionales que se han hecho eco de esta temática, siendo una de ellas <a href="omisionlapelicula.com.ar/">“Omisión”</a>. La ópera prima de <b>Marcelo Páez Cubells</b> pone en la mira este delicado tema y lo entrelaza con otros problemas sociales (como ser la violencia de género y la inequidad social) en un thriller que si bien apuesta fuerte (en cuanto a elenco y trama), se queda –lamentablemente- a mitad de camino.

Santiago Murray (interpretado por un flojo <b>Gonzalo Heredia</b>) es un joven sacerdote que (luego de un exilio a España) decide volver a Buenos Aires, a la iglesia que lo vio crecer para reconciliarse con su vida pasada y lavar culpas por una historia que parecía ya olvidada. A su vez Patricio Branca (un sobrio <b>Carlos Belloso</b>) es un singular psiquiatra quien, lejos de estar satisfecho con sus pacientes, su trabajo de analista y su aporte a la sociedad como tal, decide accionar drásticamente uniendo así , confesión de por medio, su vida y la de Santiago en una intricada historia de culpas, traiciones y omisiones. Completan el elenco una correctísima <b>Eleonora Wexler</b> (como la fiscal local) y en pequeños papeles secundarios la veterana <b>Marta Gonzalez</b> y <b>María Fernanda Callejón</b>.

Si bien la trama presenta una historia original y realista en términos sociales, el guión se queda a mitad de camino en cuanto a desarrollo, tanto de historia como de personajes. Lo que parece ser una historia sencilla, se torna de a poco bastante escabrosa y el no desarrollo de algunos temas claves, hacen de la película una experiencia bastante tediosa y predecible.

La música tampoco acompaña al espectador ya que es notorio como, cada vez que los protagonistas se encuentran en una escena melancólica o emotiva, una melodía de piano bastante bajonera se repite una y otra vez y (lamentablemente) esto sucede en no solo una
sino varias escenas del film.

Es una pena que un proyecto de género tan poco explotado a nivel comercial en nuestro país como es el policial negro , con una producción bastante acertada y un posicionamiento dentro
del mercado local fuerte, defraude de tal manera. Es posible rescatar parte del elenco (en especial a Eleonora Wexler, quien siempre parece lucirse tanto en la pantalla grande como en la chica) y un par de escenas que crean cierta tensión en la 1era media hora,
pero puedo afirmar que no es, en lo más mínimo, el thriller argentino que cambiará la historia de este género a nivel comercial ni mucho menos.