Omisión

Crítica de Juan Pablo Schapira - Tranvías y Deseos

Thriller reflexivo

Hay una reflexión central en “Omisión” que trasciende su llegada a los cines como nueva muestra de cine de género nacional, con estrellas y producción apabullante. La película pone en contradicción las elecciones éticas con la formación profesional; un corrimiento que tiene que ver con lo que cada persona hace con su vida desde el lugar que le toca tomando en cuenta la diferencia entre lo justo y lo debido. Menuda propuesta la de un film que se para fuerte y que con este eje temático, emparentado con un contexto religioso, se convierte en objeto de interés automático.

¿Qué hay en “Omisión” más allá de este componente? Eso que decía: una película de género -un thriller con tintes policiales en este caso, sobre un cura que vuelve a su barrio luego de muchos años y un hombre en el confesionario le revela una serie de asesinatos que cometerá-, hecha y tratada sin dudas con los instrumentos del cine pero que por los actores y por su formato capitular se siente televisiva. El protagónico recae en Gonzalo Heredia, un actor que no parece encontrar la redención aunque trabajo no le falté. La tele lo condenó –interpretemos el verbo con ambigüedad- como galán y su paso por el teatro fue discreto y con más bajos que altos. Sumando al combo a Joaquín Furriel, que hace poco estrenó “Un paraíso para los malditos”, la pregunta que podría hacerse es si estos actores ‘dan’ para cine, y en qué se basaría esa respuesta, positiva o negativa. Creo que ambos galanes tomaron el camino de los matices únicos en estas incursiones fílmicas. Furriel por el lado del tipo duro y Heredia con un aire acomplejado. Con Furriel yo esperaba más, pero los intentos de Gonzalo son merecedores de respeto, porque hace lo justo y elige descansar en la labor de sus compañeros, aunque uno sobresalga más que otro. Algo se aprende en Pol-Ka.

Hablemos de Carlos Belloso. Entrega la actuación más cinematográfica del elenco porque hay que reconocer que, en papel, los tres protagonistas (cura resignado, psicólogo enfermizo, abogada con corazón roto) tienen historias con densidad cinematográfica; pero es Belloso el único que logra darle cuerpo y vida a eso. Eleonora Wexler también sale perdiendo, principalmente porque lo que la define es algo que la película deja a un lado. El interés romántico, elemento fundamental en la trama de la mayoría de los thrillers, en “Omisión” no tiene verdadero peso.

La cuestión del formato capitular es un eco de lo que sucedió con “Séptimo”. Si no fuese por su componente reflexivo, la ópera prima de Páez Cubells podría pasar por un capítulo de miniserie. Es cierto que esto también le pasa a Hollywood; no todas las películas logran salirse de esa trampa. De todos modos, en la construcción de un cine de género nacional hay que seguir reforzando los mismos lugares. Que se sepa que estamos en un barrio en Argentina. Aquí son pocos los elementos y personajes planteados para construir ese verosímil. Si vamos al caso, “Un paraíso para los malditos” resolvía esta traba usando pocos escenarios. Claro que también hay que revisar bien “Un oso rojo” (el film protagonizado por Furriel cita en cierto modo al de Caetano) y el cine de Fabián Bielinsky, sumando a Damián Szifrón en el cóctel, para acercarse a un cine de género que no descuide lo local –lo lamento, pero “El secreto de sus ojos vuelve a aparecer en esta discusión-.

Volviendo a la veta reflexiva de la película, me gustó también el lugar que le da a los grises. La posibilidad de pensar que aunque nadie merezca morir, tenemos que saber quién es cada persona y entender que quizá algunas no serán extrañadas o que su paso por el mundo no fue el más honorable. Y destaco que “Omisión” no esté pensada y realizada ‘en pose’ (algo de esto mencioné en mi crítica de “Un paraíso para los malditos”). Marcelo Páez Cubells modera la ambición, se asume realizador de género y si bien su carta de presentación no logra ser un ‘relojito’ (los thrillers suelen dar esa impresión) tiene dilemas morales reales que no se sienten fuera de lugar.