Omisión

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Con lucidez y buenas armas cinematográficas, el debutante Marcelo Páez Cubells logra con Omisión un atrayente thriller dramático con condimentos eclesiásticos. Combinar la religión con el policial en el cine no es novedad, pero este cineasta, cuyo único antecedente ha sido el guión de la notable Boogie el aceitoso de Gustavo Cova, conforma un interesante combo en el que el secreto de confesión se vuelve clave en el clima de suspenso que su película alcanza. Sin ser el único conflicto, el sacramento de la omisión es el ingrediente clave del film, que focaliza en un joven sacerdote que regresa a la parroquia de su barrio con intenciones sociales pero escondiendo un duro hecho de su adolescencia. A su situación traumática personal se le sumará la circunstancia de tener que callar crímenes declarados en su confesionario, que lo instalarán en una encrucijada permanente. Su dilema ético lo obligará a confrontar en varios frentes, incluyendo a una investigadora policial que fue un gran vínculo amoroso suyo. Las distintas alternativas incluidas en la trama, el ámbito en el que se desarrolla y las características de los personajes son elementos que se amalgaman apropiadamente y colaboran en la eficacia y el dinamismo del film. Con actuaciones convincentes y parejas, Omisión es un buen producto de género con ramificaciones teológicas y psicológicas.