Omar

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

La cruda realidad del conflicto palestino-israelí se adueñó del cine con “Omar”, la nueva película del director Hany Abu-Assad (“El paraíso ahora”). El filme se estrenó en 2013 y fue el primer largometraje palestino nominado al Oscar. Además, esta historia que relata amor a través del muro obtuvo, entre otros, el prestigioso premio del Jurado en el Festival de Cannes. Omar es un panadero que pertenece a una brigada de resistencia en la Cisjordania ocupada junto a sus dos amigos Tarek (Eyad Hourani) y Amjad (Samer Bisharat). Tanto Omar como Amjad están enamorados de la hermana de Tarek, Nadia (Leem Lubany), a quien intentarán conquistar en medio del caos. Pero tras el asesinato de un soldado israelí, Omar es acusado de sospechoso y llevado a prisión donde se verá obligado a tomar decisiones que cambiarán el rumbo de su vida. Así, mientras Omar intenta sostener su relación con Nadia, sufre hostilidades que lo harán pensar en quiénes son sus verdaderos enemigos: ¿los policías, el gobierno, sus amigos, su amor por Nadia? Todos son sospechosos en tierras donde el amor no puede vivirse libremente. Torturas, acusaciones y sospechas son los elementos principales que sostienen este drama rodado en las calles de Israel y Cisjordania que mantiene en vilo al espectador durante 90 minutos. Abu-Assad vuelve a exponer un filme duro e intenso que retrata una historia de amor y traición sumergida en las enesmitades históricas de estas zonas orientales donde la realidad golpea fuerte.