Olmedo: el rey de la risa

Crítica de Diego Alvarez - Cuatro Bastardos

Olmedo, el rey de la risa: Negro querido.
Mariano Olmedo, hijo del gran comediante argentino, decide homenajearlo con una película que repasa casi toda su vida. Emocionante.
Para quienes no lo conocen, Alberto Olmedo fue un comediante argentino de radio, teatro y televisión que tuvo su apogeo allá por la década del 80. Su estilo irreverente, descontracturado y muy visionario lo destacaron de entre sus pares y lo convirtieron en una estrella rutilante de la escena local.
Hubo un antes y un después del “Negro” en la comedia argentina. Nadie podrá superarlo y su repentina muerte fue un shock para todo el ambiente artístico, como así también para el público en general.
Partiendo de su infancia humilde, sus comienzos como acróbata y comediante en Rosario, la fuerte relación con sus eternos amigos del alma, su partida a probar suerte a Buenos Aires, pasando por todas las etapas desconocidas para el público de una carrera brillante. Su hijo Mariano, con el afán de homenajearlo, decide filmar la vida de su padre.
La película se lleva a cabo contando con la intervención de una periodista (Marcela Baños) que logra, mediante sus entrevistas, hacer confluir el pasado glorioso del genial comediante con la idea de Mariano por realizar el tributo.
Mediante una minuciosa edición, se incluyen pasajes de las producciones cinematográficas en las que participó Alberto Olmedo y escenas reales de su vida cotidiana reflejadas a través de videos, películas caseras y entrevistas televisivas, seleccionadas después de una intensa búsqueda. Este material se fusiona con testimonios de distintas personalidades (en las que se incluyen “Palito Ortega”, Diego Capusotto y Guillermo Francella entre otros). Mariano Olmedo logra dar su punto de vista sobre su padre en esta biopic de docu-ficción.
Los relatos dramatizados se van fusionando junto a aquellos revelados por sus hijos (todos) y cada uno da su opinión, o lo que pudo llegar a vivir o no con su padre. La fama, el estrellato, la caída, el vacío de su partida.
El film no pretende ser un cuento emotivo ni indagar esos momentos que todos sabemos, fueron de locura y éxtasis, sino que se centra en las mejores épocas de Alberto Olmedo.
Así, el relato se convierte más en una charla anecdótica de una familia homenajeando a su padre, y el relato se hace carne.
Para los que no lo conocen, o para aquellos que lo recordamos y hemos visto, “Olmedo, el rey de la risa” termina siendo una excelente y emotiva memorabilia de una figura que se quedó para siempre en nuestros corazones.