Oiant, Música para un futuro ancestral

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

OIANT es el acrónimo de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías, cuya sede está en la Universidad Nacional de Tres de Febrero desde su fundación, en 2004, por obra y gracia del compositor, director e investigador Alejandro Iglesias Rossi y la musicóloga y directora de Artes Escénicas y Visuales Susana Ferreres.

Allí se enseña, se estudia y se ponen en práctica ritmos contemporáneos que toman como base las tradiciones ancestrales de América, con esos instrumentos de viento de sonido evocador como característica principal.

En OIANT, música para un futuro ancestral, el director Nacho Garassino (El túnel de los huesos, Contrasangre) se mete en el detrás de escena de esta agrupación que desde su fundación ha recorrido más de 400 mil kilómetros difundiendo su arte y, con ello, el patrimonio cultural de la región.

Un viaje a Perú en 2019 opera como disparador de un recorrido por la metodología de trabajo, los objetivos, las intenciones y las motivaciones de quienes participan en ella. Integrado mayormente por testimonios a cámara y fragmentos que retratan la dinámica del trabajo, OIANT no esconde su intención de funcionar como un documental de divulgación, de registro para la historia.

El resultado es un film chato en su aspecto formal y con un tono siempre condensante hacia su objetivo de estudio, que encuentra sus mejores momentos cuando la música se apodera del relato y genera un efecto de ensoñación que transporta al espectador hacia el pasado más remoto de la región.