Ocean's 8: Las estafadoras

Crítica de Marisa Cariolo - Cinergia

El robo perfecto

Finalmente llegó una nueva entrega de la saga de atracos de la familia Ocean, esta vez con un elenco enteramente femenino a cargo de las afamadas Sandra Bullock, Cate Blanchett, Rihanna, Sarah Paulson, Anne Hatthaway, Helena Bonham Carter, Awkwafina y Mindy Kaling. Este dream team será el encargado de dar nuevos aires al ya tan emblemático genero de los atracos millonarios, con la particularidad de resignificar el rol de la mujer como algo mas que un elemento decorativo o interés romántico.

De esta forma cada una de las protagonistas tendrá un rol particular en el atraco. Debbie Ocean (Bullock) luego de pasar cinco años en la cárcel sera la mente detrás del plan, pero su ostracismo social la lleva a tener pocos contactos en el mundo de la delincuencia y para reclutar el equipo ideal necesitará de Lou (Blanchett) quien lograra formar el equipo completo. Una experta en informática (Rihanna), una joyera (Kaling), una diseñadora (Carter), una carterista (Awkwafina) y una experta en logística (Paulson) completan el equipo.

¿El lugar elegido para el gran golpe? No es otro que la gala del MET, evento anual newyorkino que engloba a lo más alto de la sociedad y la alta moda. Allí será donde una actriz poco sociable llamada Daphne Kluger (Hathaway) porte un costosísimo collar de la firma Cartier que se convertirá en el precioso botín a robar.

A partir de la formación del team y las elucubraciones típicas de este tipo de films se construye un universo propio que es totalmente independiente de la saga anterior (si bien se hacen presentes algunos cameos de la misma) y tiene una personalidad e impronta propias. Un párrafo aparte merece el vestuario del film a cargo de Sarah Edwards quien se ocupó de delimitar a través de las prendas la personalidad de cada una de las timadoras. Edwards diseñó distintos looks para cada miembro, introduciendo su talento especial. “Es importante que todos sean reconocidos al instante porque todo se mueve demasiado rápido en un atraco”, manifestó en una entrevista.

La líder del grupo, la falsificadora de arte Debbie Ocean, es “tranquila, elegante y pulida como su hermano” Danny (George Clooney) con ropa minimalista de Stella McCartney, Alaia y Prada, mientras que su mejor amiga, el dueña del club nocturno Lou, es todo rock ‘n’ roll. “Tratamos de traducir a Keith Richards en un personaje femenino con algunos toques de Debbie Harry “, señala Edwards, quien utilizó diseños de Burberry para realizar trajes de terciopelo para la apariencia andrógina y glamurosa de Blanchett, salpicando con toques de Saint Laurent y las pieles vintage.

El personaje de Anne Hathaway es una “actriz clásica como Elizabeth Taylor” tuvo su vestuario al estilo Cinq a Sept y joyas de Cartier, mientras que Rose es una “diseñadora de moda pasada de moda”, que es una mezcla de “Vivienne Westwood o Grace Coddington”.
Tratando de evitar el look de diva, Rihanna interpreta a Nine Ball, una pirata informática del Caribe. “Tiene un sentido tan increíble de estilo personal, y aquí la puse en estos enormes jeans holgados con botas y una chaqueta del ejército, que abrazó por completo”, dice Edwards.

De esta forma y bajo la dirección de Gary Ross el film nunca pierde su ritmo y, si bien mantiene la impronta de los films anteriores, no cae en feminismos baratos ad hoc que tan comunes son en el cine que atiende el fan service de moda.

La narración fluye con el encanto de los planes milimétricamente realizados y al igual que sus antecesoras requieren de ciertas suspensión del verosímil para alcanzar el máximo disfrute. Pero convengamos que es un precio bajo a pagar para disfrutar de estas actrices de primera línea que enamoran ni bien aparecen en pantalla.