Obsesión

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

“Obsesión”, de Steven Knight
Por Jorge Bernárdez

Por qué una película que originalmente se llama Serenity, nombre del barco que aparece en la historia, en nuestro país se llama Obsesión, es difícil de entender, tan difícil como ver a un grupete de estrellas de Hollywood metidas en una historia sin pies ni cabezas que arranca de manera interesante pero que al rato se transforma en algo incomprensible, para finalmente, revelarse como una historia que vincula un drama de violencia familiar y de género con problemas psicológicos, aunque para cuando se encauzan las cosas ya no le importa a nadie.

En el comienzo Dill Baker (Matthew McConaughey) es el capitán de una embarcación para turistas que lleva millonarios a pescar. Dill es intenso y un poco descontrolado y todo el mundo en la pequeña isla del Caribe donde vive sabe que persigue a un pez enorme de manera obsesiva, al punto de poner en peligro su trabajo con los turistas. Para agregar otro dato a la interesantísima vida del personaje, hay que decir que también tiene una amante que lo banca todo el tiempo y cuando hablamos de banca nos referimos a sostenerlo económicamente, pero no la criticamos más porque ese personaje está encarnado por Diane Lane -cuyos pocos momentos de sexo con Dill son lo único entretenido de Obsesión-. En esa primera media hora parece que estamos ante un relato clásico de policial negro con héroe un poco tomador y con problemas de los que prefiere no hablar y por los cuales se cambió el nombre. También no enteramos que estuvo en el ejercito y participó de la guerra en Irak.

A la isla llega Karen Zariakas (Anne Hathaway) que es una rubia platinada que hace sospechar que será la que haga avanzar la historia y es exactamente así. Karen es la ex de Dill, ambos tuvieron un hijo y vive con un millonario que la somete a situaciones de violencia doméstica de todo tipo.

Karen le propone a Dill sacar a pescar al millonario y matarlo en alta mar. Todo empieza a complicarse y Dill parece vivir en una realidad paralela, no parece tener los patitos en fila y acá el relato toma diferentes caminos, aparecen personajes que no se entiende mucho qué hacen en la isla y como no podía ser de otra y todo el plan del asesinato se complica. No vamos a espoilear el absurdo desenlace, pero sí vale la pena advertir que salvo Diane Lane que no tiene que hacer otra cosa que mostrarse bella -y le sale muy naturalmente-, nadie en el elenco parece esta cómodo en el disparate y esa zozobra deviene en que el espectador asiste a la peor perfomance posible de un elenco a la deriva.

OBSESIÓN
Serenity. Estados Unidos, 2019.
Dirección y Guión: Steven Knight. Intérpretes: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Diane Lane, Jason Clarke, Djimon Hounsou, Jeremy Strong, Rafael Sayegh, Charlotte Butler, David Butler, Michael Richard. Producción: Steven Knight, Guy Heeley y Greg Shapiro. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 106 minutos.
ero que al rato se transforma en algo incomprensible, para finalmente, revelarse como una historia que vincula un drama de violencia familiar y de género con problemas psicológicos, aunque para cuando se encauzan las cosas ya no le importa a nadie.

En el comienzo Dill Baker (Matthew McConaughey) es el capitán de una embarcación para turistas que lleva millonarios a pescar. Dill es intenso y un poco descontrolado y todo el mundo en la pequeña isla del Caribe donde vive sabe que persigue a un pez enorme de manera obsesiva, al punto de poner en peligro su trabajo con los turistas. Para agregar otro dato a la interesantísima vida del personaje, hay que decir que también tiene una amante que lo banca todo el tiempo y cuando hablamos de banca nos referimos a sostenerlo económicamente, pero no la criticamos más porque ese personaje está encarnado por Diane Lane -cuyos pocos momentos de sexo con Dill son lo único entretenido de Obsesión-. En esa primera media hora parece que estamos ante un relato clásico de policial negro con héroe un poco tomador y con problemas de los que prefiere no hablar y por los cuales se cambió el nombre. También no enteramos que estuvo en el ejercito y participó de la guerra en Irak.

A la isla llega Karen Zariakas (Anne Hathaway) que es una rubia platinada que hace sospechar que será la que haga avanzar la historia y es exactamente así. Karen es la ex de Dill, ambos tuvieron un hijo y vive con un millonario que la somete a situaciones de violencia doméstica de todo tipo.

Karen le propone a Dill sacar a pescar al millonario y matarlo en alta mar. Todo empieza a complicarse y Dill parece vivir en una realidad paralela, no parece tener los patitos en fila y acá el relato toma diferentes caminos, aparecen personajes que no se entiende mucho qué hacen en la isla y como no podía ser de otra y todo el plan del asesinato se complica. No vamos a espoilear el absurdo desenlace, pero sí vale la pena advertir que salvo Diane Lane que no tiene que hacer otra cosa que mostrarse bella -y le sale muy naturalmente-, nadie en el elenco parece esta cómodo en el disparate y esa zozobra deviene en que el espectador asiste a la peor perfomance posible de un elenco a la deriva.

OBSESIÓN
Serenity. Estados Unidos, 2019.
Dirección y Guión: Steven Knight. Intérpretes: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Diane Lane, Jason Clarke, Djimon Hounsou, Jeremy Strong, Rafael Sayegh, Charlotte Butler, David Butler, Michael Richard. Producción: Steven Knight, Guy Heeley y Greg Shapiro. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 106 minutos.