Oblivion: El tiempo del olvido

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Otra más para salvar al mundo

Con “Oblivion, el tiempo del olvido” se está ante otra nueva (¿nueva?) película de ciencia ficción, cuyo personaje central intenta salvar al mundo. El filme del director de “Tron: el legado” parte de la historia de Jack Harper (un siempre inexpresivo Tom Cruise), que está en medio de una misión especial y espacial. El objetivo es reparar lo que quedó del planeta Tierra y defenderlo del ataque de los “carroñeros”. El relato transita el año 2077 y Harper se muestra como un agente muy eficiente, que no puede borrar de su cabeza imágenes de su pasado. En compañía de la bella pelirroja Vika (Andrea Riseborough), Jack descubrirá que no todo es lo que parece. Será a partir de su encuentro con Julia (otra belleza, Olga Kurylenko), cuando comprenderá que su vida es poco más que el reality de “Truman Show”. Lo que hace engorrosa a la película son los vaivenes del guión, que quizá para los amantes de la ciencia ficción pueda ser atrapante, pero que termina siendo algo confuso. ¿Y todo para qué? Para que entre algunos llamativos efectos especiales, la historia desemboque en esos finales edulcorados que tanto nos tiene acostumbrados la industria del cine estadounidense.