Oblivion: El tiempo del olvido

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

La mujer entrevista en sueños

La obra de Joseph Kosinski se destaca exclusivamente por su llamativo diseño audiovisual, explosiones de efectos especiales e imágenes casi oníricas con gran preponderancia del blanco en superficies heladas.

La acción se ubica en los próximos sesenta años. Seres extraterrestres (Aliens) invadieron la tierra, se produjo el caos y casi todo quedó en ruinas, mientras los humanos fueron expulsados hacia distintos sectores del espacio.
Uno de ellos es Jack Harper (Tom Cruise), miembro de una misión que se ocupa de controlar los robots ocupados en salvar los últimos recursos del planeta, antes de la partida final. A Harper se une su ayudante Victoria (Andrea Riseborough), con la que forma un team ideal, pragmático y vital.
Pero en algún momento del tiempo, una mujer venida del espacio Julia (Olga Kurylenko) comienza a cambiar el panorama de la pareja y Jack parece olvidar el llamado de Sally (Melissa Leo), la supervisora de la misión interestelar.

PARTIR JUNTOS
La idea de partir juntos, con Victoria, no parece ser el próximo objetivo. Jack cree reconocer en Julia, la navegante estelar como la mujer que aparece en sus sueños y que le revelará la verdad, una verdad del pasado. Algo que le hará cambiar el hilo de su historia y lo transformará en un ser diferente.
El filme de Joseph Kosinski se destaca exclusivamente por su llamativo diseño audiovisual, explosiones de efectos especiales e imágenes casi oníricas con gran preponderancia del blanco en superficies heladas (una de sus locaciones es Islandia). Hay una multitudinaria exhibición de objetos aéreos, naves-cápsulas y robots esféricos aéreos, que vigilan el aire.

RELACION AMOROSA
Lo problemático es que el apoyo temático se pierde, lo formal se impone y la historia queda en una aproximación amorosa entre Julia y Jack, una relación aparentemente empezada antes del caos nuclear y que trata de reanudarse en momentos en que la guerrilla se desencadena, sin demasiado sustento imaginativo.
Tom Cruise, como sabemos es el héroe y no tiene demasiadas oportunidades de ejercer dramáticamente en un filme de efectos especiales, que se desarrolla en superficies glaciares, tan glaciares como el tono general de la historia. Habrá reacciones insospechadas, con robots rebeldes y un Morgan Freeman inesperado en el papel de Beech, un líder de la resistencia.
Olga Kurylenko, tan bella como en "Quantum of Solace", hace aquí el papel de la extraña Julia, capaz de cambiar la vida del reparador estelar y alejarlo de Victoria (Andrea Riseborough), su compañera hasta el momento.