Oblivion: El tiempo del olvido

Crítica de Fernando Iannantuono - Cine crítico

¿Son un equipo eficiente?

Película de ciencia ficción donde en un futuro no tan lejano la tierra ha sido devastada por una invasión alienígena y cuyo protagonista Jack Harper debe encargarse de garantizar los trabajos de refacción del ambiente para que la humanidad puede volver a repoblar la tierra. Una historia bastante sencilla cuyo comienzo es tal vez lo más logrado de la misma, ya que cuando empiezan las revelaciones todo se vuelve demasiado complicado y sus resoluciones terminan siendo más efectistas que interesantes. A pesar de ser una película muy bien cuidada desde lo técnico contiene una trama demasiado torpe para sus pretensiones.
Claramente "Oblivion" se divide en dos mitades muy diferenciadas. Una primera parte donde una pareja de técnicos se encarga de reparar y mantener unos robots mientras son vigilados por una tercera persona a través de un intercomunicador. En estos momentos se vislumbran las actividades diarias tanto como también con mucha sutileza y habilidad se plantean interrogantes sobre la identidad y la razón de su trabajo mientras asimismo se introducen diversos conflictos entre los tres personajes. A pesar de ser algo repetitiva o un poco trillada en su forma de narrar las idas y vueltas entre las tareas del protagonista, sin lugar a dudas la trama logra describir con mucho asombro y precisión el universo en el cual se va a desatar la acción.

Sin embargo, la segunda mitad es donde se empiezan a vivenciar los diversos problemas o giros fallidos que hacen a la película caer en desgracia. Es a través de las apariciones de los personajes de Morgan Freeman y Olga Kurylenko que la película empieza a disponer de resoluciones sensacionalistas que a pesar de generar asombro en el espectador, solo terminan dinamitando una historia la cual se vuelve inverosímil o simplemente infantil. El personaje de Kurylenko es la parte más débil de la historia ya que como sub-trama romántica es de lo más elemental y, aún más importante, prácticamente su existencia casi no tiene peso dramático y siempre es arrastrada de un lugar a otro. Por otro lado, Morgan Freeman expresa la parte más descuidada y banal de la historia. Es en él donde se materializa la parte más torpe y efectista de la trama, ya que son sus estereotipadas acciones y diálogos lo que hacen del conflicto bélico final un mal chiste cuyo descenlace está tan sobrecargado en banalidad que choca profundamente con sus pretensiones de seriedad. Aunque es verdad que sería algo muy arriesgado y difícil hubiera sido mejor que la historia se desarrollara en escenas como Tom Cruise enfrentándose a unos droides voladores.