Nunca me abandones

Crítica de Santiago Mateo - Cines Cines Cines

Belleza en la frialdad.

Las mejores historias de ciencia ficción son las que no son forzadas y nos enteramos de alguna variación de la realidad mínima a través de una narración impecable.

El segundo film del director Mark Romanek (su anterior trabajo es One Hour Photo, con Robin Williams) marca un gran cambio de dirección en el estilo y tono. Basada en la novela "The Remains Of The Day" de Kazuo Ishiguro, Never Let Me Go nos presenta un mundo adonde las enfermedades y la edad fueron casi vencidas. A un alto precio.

De chicos, nos encontramos con nuestros protagonistas en una especie de institución pupila adonde son instruidos en sus deberes hacia el mundo. Entre ellos se encuentra el de ser perfectos donantes de órganos para la sociedad. Así es, el mundo que nos presentan es uno en el cual generaciones enteras de niños son clonados y criados solo para repuestos de órganos. Y así estirar la vida promedio de la raza humana en varias décadas.

Nuestros protagonistas viven un triangulo amoroso desde muy jóvenes. Andrew Garfield, Carrey Mulligan y Kiera Knightley son mejores amigos desde el comienzo. Y con el correr de los años, se genera algo mas que una amistad. Knightley, en su mejor papel hasta el momento quizás, toma un rol mas dominante en la relación del trío, siempre aplastando desde la envidia o vanidad las ideas o iniciativas de Mulligan.

Con el tiempo, nuestro grupo se muda a otra casa, adonde son inducidos en los detalles mas finos de su proceso. Completar. Completar es el pseudonimo de "morir" para ellos. Completan su deber, su destino.
El film nos muestra una oscura realidad en un mundo de desolación y sin futuro para nuestros protagonistas. Están llenos de deseos, esperanzas y sensaciones que nunca podrán cumplir. Pero al menos lo intentaran.

La belleza del film nace desde su increíblemente clara fotografía y dirección. Cada cuadro y escena esta repleta de emociones reprimidas. Y los actores acompañan con unas actuaciones poderosas, llenas de emoción y trasfondos. Tanta represión de sentimientos e ilusiones nos induce dentro del mundo de estos tres jóvenes quienes se verán descorazonados con tener impulsos de vivir su vida plenamente y tener que cumplir su deber.

El film claramente no es para cualquiera, tiene un ritmo y tonos muy particulares que deben ser apreciados en el momento justo y con ganas. Para los que estén dispuestos a dejarse llevar, pueden encontrar una obra de arte lista para ser descubierta.