Nunca digas su nombre

Crítica de Susana Salerno - Impacto24

La historia comienza en 1969 mostrando una serie de hechos extraños en un pueblo, pasan varios años y los protagonistas son tres estudiantes universitarios quienes van a vivir a una mansión antigua, obviamente el lugar guarda varios secretos. Y como es de suponer todo se complica cuando sueltan a una ser sobrenatural que persigue a quien descubre su nombre y los transforma. Contiene suspenso, alucinaciones, embrujos, buena ambientación y a través del flashbacks se va devalando que sucedió en el pasado. Parte de su trama me llevó a recordar a “Candyman: El Dominio de la Mente” (1992) de Bernard Rose, le encontré cierto hilo conductor.