Nuestro video prohibido

Crítica de Rolando Gallego - EscribiendoCine

Extraños en video

Pensada como una reflexión sobre la vida marital moderna, Nuestro video prohibido (Sex Tape, 2014) abarca la vida de los protagonistas desde su lujurioso y juvenil romance (lleno de sexo en cualquier lugar) hasta la dura actualidad, en la que ni siquiera una intención de acercamiento puede estar por encima del agotamiento y el cansancio de la vida familiar.

Jay y Annie (Jason Segel y Cameron Diaz) llegaron al punto de no saber ya siquiera como acercarse al otro para tener un encuentro intimo, debido a la rutina (Jay como musicalizador de una FM y Annie como escritora de un exitoso blog para madres con consejos) que los asfixia.

Cuando hace unos meses Buenos vecinos (Neighbors, 2014) tomaba como disparador la problemática de una pareja con un bebe pequeño, que tampoco podía encontrar momento para la vida sexual y menos cuando sus vecinos se esforzaban por arruinarles los pocos momentos de lujuria, Nuestro video prohibido redobla la apuesta hacia la crudeza de imágenes que universalizan una realidad cada vez mas frecuente en las parejas adultas, la de postergar todo hacia un momento "ideal", sin chicos, familia y obligaciones, que, lamentablemente, nunca llega.

Pero cuando Jay y Annie logran hacer cuadrar a todos los planetas, y así tener su ansiada noche de sexo, nada pasa y la otrora lujuria se transforma en un desconocimiento sobre el otro que sólo genera una fuerte incomodidad ante un beso. Casi resignados, y apelando a una ultima oportunidad, deciden filmarse teniendo relaciones, y para darse ánimos se entregan al tequila (por demás) para intentar copiar las miles de posiciones amatorias del libro setentoso “Joy of sex”. Al otro día vuelven a su rutina, sin siquiera pensar en lo que filmaron, hasta que un mensaje anónimo, en el celular de Jay, llega para advertirle sobre la subida a la web del video y de la inminente virilización del mismo.

Allí la película cambia de dirección y, de un análisis de pareja, pasa a transformarse en una vertiginosa carrera contra reloj, en la que recuperar todos los dispositivos de entretenimiento sincronizados con el de Jay, y que, en manos de familiares y hasta un posible comprador del blog de Annie (interpretado por Rob Lowe), podrían estar reproduciendo la maratón sexual descontrolada.

Mientras buscan, el matrimonio se acerca aun mas y en la exposición a situaciones embarazosas y ridículas con amigos y conocidos es en donde el film va generando el espacio para que Díaz y Segel ofrezcan un descontrolado y escatológico panorama en el que el humor y buenas actuaciones van de la mano.

La dinámica edición y la capacidad para reírse de si misma es lo que favorece la visualización de un film, que podría haber caído en lugares comunes, pero que los evita entreteniendo, cosa que en manos de otro director y actores hubiese terminado mal.

Secundados por Robb Corddry, Ellie Kemper y una participación especial de Jack Black, Nuestro video prohibido divierte y logra carcajadas a pesar de la incomodidad con la que se reflejan situaciones cotidianas de la vida marital.