Nosotros

Crítica de Bruno Calabrese - Cine Argentino Hoy

Luego de sorprender a la crítica y al público con “Huye”, el director Jordan Peele vuelve a hacer ruido con su nueva película. por Bruno Calabrese

El realizador estrena “Nosotros”, protagonizada por Lupita Nyong´o, Wiston Duke y Elizabeth Moss. Una mezcla del mejor suspenso, humor y sangre pero con una fuerte crítica social y política hacia el capitalismo y la alienación que produce la industria del entretenimiento. 

Cuando es previsible, el cine de terror, cuando responde a una lógica, no genera el impacto esperado. El cúmulo de sustos que suelen agarrarnos desprevenido o tomarnos por sorpresas, tampoco está mal si es lo que buscas.

Pero desde luego aterroriza menos, o con menor intensidad, que la pura irracionalidad. Cuando salimos del cine luego de ver una película de terror que solo es un cúmulo de sobresaltos que sirven para pasar el momento, pero nada más. El típico terror racional, ese que asusta con estruendos o apariciones sorpresivas.

“Nosotros” es una clara muestra de terror irracional, un terror difuso y cimbreante. Ese terror que no tiene explicación pero está cargado de sentido. Como en los sueños, o mejor dicho como en las peores pesadillas. La película de Jordan Peele logra meternos en un mundo angustiante y tenso, en la misma línea de “El Resplandor”. Una película donde no sabes porque ocurre lo que ocurre, pero de alguna manera lo intuyes.

En el principio vemos un parque de diversiones en el año 1986, una niña (Adelaide Wilson) que se pierde en  un juego  llamado “Conócete a ti mismo” y a partir de ahí todos los traumas que genera en ella por algo que no sabemos que es, pero que le ocurre dentro del juego. Volvemos al presente, con la niña, ya adulta con su esposo (Gabe Wilson) y sus dos hijos (Zora y Jason) camino a sus vacaciones en el lugar donde sucedió el hecho.

Todo transcurre con normalidad hasta que por la noche irrumpe una familia igual a ellos, pero vestidos con gamulanes naranjas (similares a los que se usan en las cárceles norteamericanas), que intentan asesinarlos. Con reminiscencia al clásico “Funny Games” de Michael Haneke, la película va creciendo en tensión, cuando los invasores toman por rehenes a la familia. Con una fotografía impecable, de la mano de Michael Gioulakis, quien ya nos había deleitado antes en “Te Sigue”, “Lo que esconde Silver Lake” y “Glass”, el filme logra meternos en un espiral de suspenso que no te suelta durante las casi dos horas que dura.

Lupita Nyong´o se luce en su doble papel de víctima y victimario, llevando sobre sus espaldas toda la carga dramática del film (el alter ego es realmente aterrador). Wiston Duke (Gabe) aporta el costado humorístico, lo que logra descomprimir la angustia de la película. Mientras que los jóvenes actores, Shahadi Joseph Wrigth (Zora) y Evan Alex (Jason), sorprenden en las escenas más traumáticas (el perverso rostro de Umbrae, el otro yo de Zora, provoca escalofríos). Elizabeth Moss, con una participación más breve, también se destaca en su rol de mujer que esconde su inestabilidad emocional con altas dosis de alcohol.

Párrafo aparte para la impecable banda sonora a cargo de Michael Abels, aportando a las escenas de suspenso la atmósfera para generar la tensión necesaria. Con una introducción que recuerda a un clásico del género como “La Profecía” de Richard Donner  mezclado con artistas de música trap y rap actuales, y otros clásicos del género.

“Nosotros” es una película atravesada por alegorías y distintivos mensajes sobre la sociedad. Sobre la división humana y esconderse detrás de una máscara, el de fingir ser algo que no eres. Una crítica sobre la alienación que provoca la industria del entretenimiento en los seres humanos. Sobre intentar unirse con gente con la cual uno no tiene puntos en común para no ser olvidados, entre otros temas interesantes. 

Una crítica al falso estado de bienestar americano. Ese que se ve unido mediante símbolos publicitarios, que te promueven que para pertenecer es necesario tener una casa de veraneo, un coche último modelo y un yate, algo que los dobles no tienen y que, finalmente, tampoco parecen desear realmente. Todo esto otorga a la película el valor de volver a ser vista para insistir en discutir estos temas.