Nosotras. Ellas

Crítica de María Bertoni - Espectadores

“¡Ay, qué bueno estar con mi tribu!” dice con elocuente satisfacción una de las nueve tías/sobrinas que Julia Pesce filmó durante año y medio para su opera prima Nosotras. Ellas. El sustantivo presente en la exclamación define la naturaleza atávica del vínculo entre las tres generaciones de mujeres retratadas en este documental que se estrenó el 2 de marzo y se proyectará los demás jueves de este mes a las 21 en el Centro Cultural de la Cooperación.

La gente del Calefón Cine consiguió una buena fecha para presentar en la Ciudad de Buenos Aires este trabajo decorosamente autobiográfico, afectivo, comprometido. La cercanía del Día Internacional de la Mujer y del Paro Internacional de Mujeres le da un espaldarazo político y mediático a este film que entre 2015 y 2016 se exhibió y obtuvo distinciones en una docena de muestras o festivales nacionales y extranjeros.

La envergadura internacional de ese reconocimiento confirma que el origen cordobés de las protagonistas es un dato secundario. En otras palabras, la tribu que Pesce describe con rigurosidad antropológica presenta características universales.

El título del largometraje también es elocuente en este sentido. Si bien las tías/sobrinas que aparecen en pantalla son Ellas para quienes no formamos parte de esa familia, también integran el Nosotras que encarnamos las mujeres, aún aquéllas que se declaran ajenas o contrarias a las reivindicaciones feministas que comenzaron a principios del siglo pasado.

A partir del retrato de las mujeres de apellido Borghi, Flores, Denti, Pesce, la realizadora reconstruye el recorrido circular de la vida. Comienza a trazarlo con escenas del cuidado de las tías mayores, Judith y Orieta, y lo cierra con la conmovedora escena del parto vertical y domiciliario de una sobrina bisnieta, la bebé de la joven Malena.

Las Borghi-Flores-Denti-Pesce honran la memoria incluso, o sobre todo, cuando lidian con el Alzheimer de Tía Orie. Ante éste y otros infortunios, desmienten el mito en torno al sexo débil.

La realizadora debutante les rinde un sentido homenaje a estas amazonas contemporáneas que reconocen los elementos principales de la vida: amor, procreación, salud, enfermedad, muerte. La casa espaciosa y luminosa que las sobrinas heredan de las dos tías mayores es la otra gran protagonista de este tributo cinematográfico: la mayor parte de la película transcurre en las habitaciones y en el patio cuidados amorosamente.

Nosotras. Ellas marca un nuevo hito en la trayectoria de la productora de largometrajes memorables como Yatasto de Hermes Paralluelo y Ciencias Naturales de Matías Lucchesi, y de la televisiva Nosotros, campesinos de Jimena González Gomeza y Juan Carlos Maristany. Por otra parte, resulta muy promisoria esta presentación en sociedad de Julia Pesce.