¡Nop!

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es una película sorprendente, crítica e imaginativa, que entretiene mucho con los caminos y atajos que toma. La historia de dos hermanos que se reencuentran con la muerte del padre, sin que nos enteremos del porque esa relación están dañada, los pone en situación de mantener un legendario rancho que entrena caballos para el cine y la televisión. Una ocasión que le permite a Jordan Peele practicar sus dardos contra la industria hollywoodense, la utilización de animales, la necesidad de los humanos de buscar dinero y fama, y si pasan por una experiencia de dolor o inusual transformarla en un negocio. Una actualizada visión de “Como plaga de langosta” donde no se salva ni el mito del oeste norteamericano, ni el legado de los vaqueros negros. Pero si bien en los meandros de la narración aparecen episodios sangrientos luego lucrativos, el peor de los enigmas se avecina. La más salvaje de las visiones de ciencia ficción, con un despliegue de efectos y producción, con una imaginación para mostrar lo horrible dentro y fuera de campo, como una voracidad desatada que viene de otro mundo. “Y como todo lo salvaje, puede ser domesticada” asegura el protagonista que se juega por entero para probarlo. Con una actuación medida y significativa de parte de Daniel Kaluuya, el desborde de Keke Palmer, acompañados por Steven Yeun, Brandon Parea y Michael Wincott, todo el elenco es destacable. Peele con su guion y dirección nos pasea de la belleza de un paisaje cautivador al agujero negro del terror.