Non-Stop: Sin escalas

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Aeropuerto 2014

Irlandés de nacimiento, estadounidense por adopción, el comisario de a bordo Bill Marks (Liam Neeson) se embarca en un vuelo Nueva York-Londres; durante el check-in traba relación con pasajeros y el servicio de la flota. A poco de despegar, Marks recibe un mensaje de texto anónimo; el remitente amenaza con matar un tripulante cada veinte minutos si no se depositan 150 millones de dólares en un número de cuenta. ¿Cómo concretará la amenaza? Bueno, el remitente viaja en el avión. Disimulando mal su nerviosismo, Marks repasa la lista de tripulantes, denuncia el caso y el número de cuenta resulta ser suyo. Y tras cumplirse el primer plazo, también es el asesino de la primera víctima. Lo que en primera instancia parece un simple thriller con la pompa del cine catástrofe, de a poco se revela como un policial bien hilvanado, con una gran actuación de Neeson y de Julianne Moore como una pasajera neurótica que resulta clave en el desenlace. El catalán Jaume Collet-Serra (La huérfana; Desconocido) armó su film como un Los sospechosos de siempre a varios metros de altura, con otro policía de sangre irlandesa (en aquel, el puesto era de Gabriel Byrne) que no para de fracasar hasta aparecer como el más implicado. Sin fisuras hasta los títulos y áspera como el rostro de Neeson, Non-Stop es garantía para el público del cine de acción.