Nomadland

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Por fin se estrena este film que viene precedido por las mejores repercusiones y los premios más codiciados, firme candidato a más de una estatuilla del próximo Oscar. Chloé Zhao, nacida en Beiging, estudiante en Nueva York aborda el libro de Jessica Truder, con una sensibilidad muy especial. Se muestra la vida de adultos mayores que quedaron fuera del sistema, con una jubilación que no les alcanza, con un seguro inexistente, son los que prescindibles, los descartables, que dignamente se resisten al lamento, que deciden vivir en camionetas y micros recorriendo los caminos en este caso de Nebraska, Dakota del Sur, Nevada, Arizona y California. Y salvo los dos importantes protagónicos se interpretan a sí mismos, como extraordinarios actores no profesionales. Desconocidos con puntos de encuentros. Solidarios y orgullosos de su estilo de vida .Asi como lo demuestra Fern, en el centro del relato con la maravillosa Frances McNormand, se mantienen como trabajadora golondrina, con trabajos de limpieza, cosecha de remolachas, empaques para una gran empresa, cuyo dueño en el hombre más rico del mundo, con una composición tan mimética con su entorno, llena de capaz de dramatismo, hondamente solitaria. La directora borra los límites entre el documental y la ficción y explora con su estilo delicado, de economía de situaciones dramáticas, la humanidad que se despliega ante la cámara. Esos seres con tan poco equipaje y tanto vivido, rodeados de paisajes imponente que nunca se muestran turísticos o estilizados. Al personaje central solo le bastan abrazar la ropa de su marido muerto o el roce de un lugar de trabajo ahora desierto para transmitir toda la dimensión del dolor y la ausencia. Su labor es tan intensa como deslumbrante.