Noé

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Un film en problemas

En el siglo XXI llevar la pantalla la historia del Arca de Noé es más problemático de lo que parece. Por un lado, el público ya no asume esa historia como una realidad indiscutible, al contrario.

Y por otro lado, las personas más religiosas, no quieren que Hollywood juegue con la Biblia. En menudo problema se metieron al hacer Noé, sin duda. Pero al final de todo, la historia del Arca es una gran historia para el cine catástrofe y aun siendo una fantasía, la idea de los animales transportados en ella sigue siendo de interés para los niños del mundo.
No fueron pocos los problemas que tuvo su director, Darren Aronofsky, al hacerse cargo de semejante producción. Si los grupos religiosos se quejaron, por suerte las asociaciones protectoras de animales no. Los animales que aparecen en la película son todos creados digitalmente. Un problema menos.
Asumiendo su idea de ficción, no exenta de metáforas religiosas, Noé debe ser analizada como una película, porque después de todo, eso es lo que es. La historia es la de los descendientes de Adán y Eva, más concretamente del tercer hijo, Set. Noé y los suyos, son los que han seguido el camino de los justos, mientras que una inmensa mayoría que proviene del linaje de Caín, ha convertido a la Tierra en un infierno. Sobreviviendo junto con su esposa e hijos, Noé recibe del creador el anuncio de un diluvio que arrasará con la humanidad y la orden de construir un arca para proteger a las especies animales. La película no se ocupa casi nada de dicho diluvio ni de los animales, sino más bien de todo el conflicto de Noé y su familia, así como también de sus enemigos. Dicho conflicto está teñido por el tema religioso.
La idea de un creador que hizo todo, la convicción de la existencia de un paraíso, el pecado, el castigo de dicho creador a la humanidad, todo eso como guión cinematográfico es otra cosa. Noé apuesta por una lectura religiosa sin vueltas, aunque brevemente juegue con la desmitificación de la creación, y las escenas resultan, religiosas o no, algo falsas.
La película adolece de una notable falta de convicción, posiblemente porque debe explorar ideas religiosas en combinación con realismo cinematográfico contemporáneo. De dicha tensión la película no sale bien parada y el cine en general tampoco.