Noé

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Épicamente Indeciso

"Noé" es una película extraña, que quiso combinar el cine mainstream con el independiente y no lo logró, al menos no de una buena manera. Este último film del director Darren Aronofsky ("El cisne negro", "Requiem para un sueño") aborda la historia del personaje bíblico Noé de una forma libre, bastante libre, mostrándonos los grandes desafíos que debió sortear para llevar a cabo la tarea que le encomendó Dios. Entre estos desafíos podemos encontrar problemas familiares relacionados con la envidia, el deber y la adolescencia de los hijos, otro obstáculo que se le presenta tiene que ver con un grupo de nómades que lo enfrenta para poder entrar en el arca y por supuesto, el desafío más grande tiene que ver con los dilemas morales a los que se ve expuesto para cumplir con la profecía del creador del mundo. Hasta ahí el cóctel se presenta muy atractivo pero a la vez complejo, teniendo que mezclar cuestiones filosóficas y religiosas con la acción y aventura de un film pensado como blockbuster hollywoodense. Acá es donde le pifia don Aronofsky. Desde la complejidad de las interrelaciones familiares y los dilemas morales se plantea una trama densa y profunda en contenido, con diálogos complicados que pueden resultar aburridos para el espectador más comercial que decidió ir a verla al cine por la espectacularidad de su trailer y se esperaba algo más cercano a "Robin Hood" que a "Pi". Por otro lado, los efectos visuales son muy dispares, con momentos realmente épicos como la inundación del mundo y otros bastante berretas como los que muestran el Edén y los que dan vida a los gigantes de piedra. El proyecto quiere abarcar tantos temas distintos que se queda a mitad de camino con la mayoría, sobre todo con el principal, el religioso. Algunos críticos lo alaban por su interpretación de la historia de Noé, pero la verdad es que yo no vi que se jugara para nada en su exposición. Por momentos se ponía muy creativo y hasta desafiante con lo que se cree de la historia del personaje y en otros momentos volvía a ser bastante conservador y correcto, como queriendo equilibrar la cuestión.
Trascendió durante su promoción a nivel mundial que Aronofsky no estaba para nada contento con la edición final del estudio y algunas imposiciones que le hicieron respecto del film. Admiro bastante al director y me gustaría pensar que el pobre resultado haya sido producto de la intervención de gente que sabe más de números que de cine. Ojalá así sea y se redima con su próximo proyecto. Amén.