Noé

Crítica de Marisa Cariolo - Loco x el Cine

Darren Aronofsky posee una historia personal que lo liga a la figura de Noé, en su adolescencia escribió un poema sobre esta historia de la Biblia que incluso llegó a ganar un premio nacional y desde entonces la realización de un film sobre este personaje ha sido uno de sus proyectos más anhelados. Por su parte en el año 2011 la editorial belga Le Lombard publicó un comic realizado por el mismo, en colaboración con Handel y Henrichon, que relataba los eventos ocurridos con anterioridad al evento diluviano. Pero fue el éxito obtenido con " El cisne negro”, junto con el reconocimiento internacional, lo que posibilitó la realización del film que hoy se estrena.
En las sagradas escrituras el personaje de Noé en sí mismo no es desarrollado en detalle, centrándose el relato en los hechos que lo tienen como protagonista.Es por ello que el enfoque de Aronofsky se centró en la tarea de dotar de los suficientes conflictos internos a este hombre para generar las líneas argumentales que le dieran una profundidad interesante en términos cinematográficos. Así junto con Ari Handel terminó forjando el perfil de hombre justo, padre de familia, vegano al cual en extraños sueños nocturnos se le revela la necesidad de salvar al mundo.
La historia de Noé y el diluvio universal, conocida a grandes rasgos por todos, es enfocada desde un estilo que no se define ni como revisionista ni como apegado a los relatos bíblicos. Y tal vez en esto resida su principal desacierto: la falta de coherencia. Por momentos la grandilocuencia de la industria de Hollywood se hace presente en escenas con gran desarrollo visual (a través de la utilización de CGI) y por otros la tosquedad de animaciones nos recuerda a los stop motion de la factoría Ray Harryhausen (particularmente en el caso de los vigilantes de piedra que ayudan a Noé a construir el arca).
Este pastiche estético que por momentos nos hace sentir su abultado presupuesto y por otros nos hace creer que estamos en presencia de un film independiente atenta seriamente contra la cohesión del relato
La primera mitad del film (la etapa previa a la catástrofe) fluye moderadamente gracias a las actuaciones de sus intérpretes y a la presentación de los personajes y el conflicto. Un mundo carente de valores, desordenado y caótico cuya única salida parece ser la extinción para luego refundar la tierra. En esta fase no se escatiman escenas de violencia extrema, canibalismo y barbarie filmadas con una crudeza que ayuda a crear el clima para la limpieza por venir.
Pero luego de acaecido el diluvio los enfrentamientos que se suceden dentro del arca entre Noe y sus hijos Sem, Cam, Jafet y su esposa Naama se ven forzados y estirados hasta el hartazgo. El patriarca retratado por el director se muestra como un hombre despótico, firme y autoritario, dispuesto a matar a su propia sangre con tal de satisfacer la voluntad de El Creador , casi como un esquizofrénico con arranques esporádicos de ternura seguidos por la más terrible de las violencias.
El resultado final del film (más allá de las correctas actuaciones de Emma Watson, Jennifer Connelly , Logan Lerman ) es un producto desparejo que parece tratar de ser una fábula vegana de los tiempos por venir, con referencias a mundos caóticos carentes de valores donde la única solución es la aniquilación.
Un pastiche cinematográfico con elementos de cine catástrofe, relato intimista, presupuesto de mainstream y postura de cine indie que no convence y termina navegando en aguas turbulentas que lo hunden en la indefinición estética.