Noches de encanto

Crítica de Matías Gelpi - Fancinema

Canta, Christina, Canta…

Tenía mucho sueño antes de entrar al cine para ver Noches de encanto, así que tomé un café negro, reuní optimismo y la esperanza de no dormirme ni aburrirme demasiado.
No me gustan los musicales, cuando en algunos capítulos de los Simpson se ponen a cantar, cambio de canal; pareciera que los encargados del doblaje no se decidieran del todo entre subtitular las canciones, dejarlas en ingles sin nada, o doblarlas, los resultados son siempre espantosos.
El musical es un genero con muchas convenciones bastante explicitas, a Noches… no le falta casi ninguna. Ali (Christina Aguilera) es una moza de un bar de mala muerte en un pequeño pueblo, con (al parecer) gran talento para cantar. Harta de su presente decide ir a Los Ángeles a probar suerte y cae en el club nocturno Burlesque dirigido por Tess (Cher) y su amigo Sean (Stanley Tucci). Las cosas comenzaran a mejorar para ella, y luego a empeorar de nuevo para finalmente volver a mejorar. Así las cosas, parece mentira que tres personas hayan sido necesarias para escribir el guión de este artefacto, no sólo porque ha sido visto un millón de veces, sino también porque es demasiado evidente que la historia es un pretexto para unir la secuencias musicales. Demasiada pavada superflua, más allá de buen algún chiste del súper-estereotipado personaje de Stanley Tucci (el amigo gay que merodea los ambientes predominantemente femeninos).
Leo por ahí, en el recomendable Diccionario de cine de Eduardo A. Russo, en la definición de Comedia Musical: “… Las convenciones del musical, altamente expuestas para el publico, que debía saltar del personaje al actor cantante o bailarín, y luego volver a la trama, llevaron al género a peripecias cada vez más intrincadas, que elevaban a más de un espectador al éxtasis mientras que su vecino de butaca era consumido por el tedio y la irritación más profunda…” Esas sensaciones dispares creo que pueden ocurrirle a gran parte del público, sin embargo, personalmente no fui consumido por el tedio, y mi novia (que gusta mucho de los musicales) no fue elevada al extasis por Noches de encanto. Definitivamente es una película a medias, que no cae en el pozo gracias a Cher, y, por sobre todo, gracias a Christina Aguilera

Es que la ex cantante teen pop tiene un vozarrón impactante, y, aunque tenga ese defecto de algunos virtuosos de exagerar en la demostración de sus posibilidades, y además sea de madera terciada para actuar, tiene gracia, talento, sensualidad y el toque justo de inocencia para interpretar los números de cabaret. Es la responsable de la música, y se nota, cada cuadro está hecho para que se luzca en muchos sentidos. Cher de una voz profunda y con mucho más oficio deslumbra y divierte en sus pocas apariciones musicales. Y aquí otro reproche al film ¡no cantan juntas! Como en una película promocionada casi como “la de Cher y Aguilera” a nadie se le ocurrió juntarlas en el escenario, ¡Steve Antin sos un pecho frío!

En fin, Noches de encanto funciona en la sucesión de cuadros musicales, allí avanza con gracia y entretiene, gracias al verdadero talento de Aguilera y Cher, que es, interpretar canciones, luego tiene al siempre efectivo Stanley Tucci y nada mas. Así que, por favor canta, Christina, canta, que tú no cantas como ninguna