No toques dos veces

Crítica de Alex Arellano - CineFreaks

Llamado al demonio

Mitos urbanos existen en cada lugar, en lo ancho y largo del planeta. Muchos de ellos suelen ser sólo cuentos para asustar niños. Aunque algunos otros pueden llegar a quitarles la vida. Esto podrán descubrirlo en No toques dos veces.

Cuenta la leyenda que si golpeas la puerta de Mary dos veces, ella vendrá por ti. El primer golpe la despierta de su descanso eterno, y el segundo invoca al demonio que te perseguirá hasta obtenerte.

La historia de Mary nace con el típico juego de niños, el famoso ring raje en Argentina. Según los narradores, algunos años atrás, el pequeño Michael, un simple niño, golpeó dos veces la puerta de Mary, y por consecuencia el niño desapareció. Años más tarde, toda la cuadra fue derribada, excepto la casa que fomenta el mito, algunos suponen que la señora ha muerto, y pese a que los juegos quedan, todos evitan esa morada, ya que temen su despertar.

La película se desarrolla en torno a la vida de Chloe (Lucy Boyton), cuyo pasado familiar es algo turbulento. Pese a una inexistente relación con su madre, ya que ésta la derivó a un orfanato, al ser ella tan solo una pequeña. Ahora, entrada su adolescencia, su progenitora vuelve para gestar un nuevo vínculo e intentar forjar de una vez por todas esa vida familiar.

En un contexto de desarraigo emocional, con muchas dudas respecto a su presente y sus nuevas opciones de vida, Chloe se encuentra con su amigo Danny, que a modo de juego la convence de golpear junto con él, la tan famosa puerta maldita. Por supuesto en ese entonces la acción comenzará.

Si bien el guion se centra en clichés más que abarcados en el género del Thriller o el Terror convencional, presenta algunos giros y vueltas de tuerca que aplacan un poco ese vacío emocional que significa ver cada semana la misma propuesta.

El comienzo de la película es algo prometedor, pero simplemente el desarrollo se vuelve completamente simplista y no parecería buscar más que el típico susto con el monstruo ocasional y la música puesta en el momento exacto. Da pena que el guion podría haber sido aún más trasgresor de las banalidades del género. Y sobre todo que el argumento termina siendo un poco más interesante.

Por parte de la dirección de James Caradog, se le puede remarcar el tono lúgubre que acompaña fielmente el estilo del film. Sin embargo hay muchas escenas que dejan la sensación de poder haber sido mejor construidas y que quizás con un mejor trabajo de producción, la realización podría haber ido más allá de otra típica película de terror.

No toques dos veces es lisa y llanamente, como ya se ha dicho, otro film más del género. Sin embargo, aquellos que no vayan con altas expectativas, quizás disfruten de la misma.