No soy tu mami

Crítica de Martín Pérez - DiarioShow

Idea sin redondear sobre la tolerancia

Paula (Julieta Díaz) es una periodista feminista e independiente que no cree en el amor y lucha contra los mandatos sociales. Ante la necesidad de salvar la revista para la que trabaja, decide comenzar una columna, pero, a diferencia de las demás publicaciones que se encuentran en revistas de temática femenina, decide escribir en contra de la maternidad.

Pero al mismo tiempo conoce a su nuevo vecino, Rafael (Pablo Echarri), padre de una niña. Comienzan a llevarse bien, y la pequeña la toma como una imagen materna a Paula, aunque ella se muestra reacia. Pronto habrá más que un vínculo amistoso entre la periodista y su vecino, pero el romance se encontrará con los destinos diferentes que cada uno planea para su vida.

El filme intenta focalizar sobre el tema de la maternidad deseada, y enfrenta a las personas que idealizan el instinto maternal y las que consideran que sólo es una construcción social, como si se tratara de una grieta. Es decir que el filme propone una especie de puente de tolerancia. En ese aspecto, la idea y el guión escrito por Celina Font, quien también actúa, tiene un buen punto de vista para mostrar y en consecuencia la primera parte, presentación de personajes y discurso, funciona bien.

Es clara y contundente, algo necesario en el cine nacional catalogado como popular. Vale recordar un caso reciente de la televisión argentina, cuando el personaje trans que interpretó Maite Lanata en “100 días para enamorarse” fue tema de discusión no sólo en los medios sino en las casas de los televidentes.

Los problemas surgen cuando hay que concluir el cuento: en principio porque la trama queda atrapada dentro del mismo género, la comedia romántica. Lo que funciona como motor para llevar adelante el conflicto de una forma amable, es también una dificultad a la hora de finalizarla: el amor y la comprensión de cada situación son representados de forma apresurada y panfletaria, tirando la cancha para un solo lugar, y lo construido para llevar a la reflexión se esfuma en el tramo final.