No soy Lorena

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Orson Welles era mejor

A Josef K. lo buscan unos tipos, le dicen que está acusado pero no le dicen el motivo, lo mandan a juicio, nadie lo orienta, es una pesadilla tras otra, y nosotros las creemos todas. Eso, en la versión Orson Welles de la novela de Franz Kafka, "El proceso".

A Olivia le quieren cobrar una cuenta que está a nombre de otra persona, le insisten como si ella fuera la deudora, la pobre investiga por su propia cuenta, y nosotros no creemos nada de lo que pasa. Eso, en la opera prima de Isidora Marras "No soy Lorena".

¿Por qué creemos en un divague abstracto y nos quedamos afuera de una historia relacionada con algo más cercano? (cualquiera puede recibir reclamos ajenos, por un simple error en alguna base de datos). Muy simple. Primero, Orson Welles y el otro tenían una mano bárbara. Además, el prólogo en la pantalla de alfileres de Alexandre Alexeieff y Claire Parker ya nos envuelve de entrada en el mundo tortuoso de Kafka. En cambio, Isidora Marras carece de experiencia y sólo al final consigue tensar un poco la historia.

Segundo, porque, tratándose de un conflicto reconocible, cualquier espectador se va haciendo preguntas de sentido común: ¿por qué esta mujer, supuestamente culta, no razona mejor frente a la mesa de reclamos? ¿cómo van a embargarla si la orden está a nombre de otra? ¿por qué no denuncia la pérdida de su documento el mismo día que lo pierde? ¿acaso no tiene otro modo de mostrar quién es? ¿por qué no pide un cotejo de firmas, si ahora suponen que es una garante "arrepentida"?

Al no convencer en lo cercano, la autora tampoco termina de engancharnos con el asunto de fondo que pretendería tener. Ese asunto, relativo a un kafkiano problema de identidad, incluye a la madre enferma, el vecino travesti, una pieza teatral, el director de teatro que reclama otra interpretación, una peluca, las locas de un cabarute con nombres de fantasía y jerga de ranfañosas, todos elementos interesantes pero aquí ineficaces. Bueno, consideremos que ésta es la primera película de Marras. Mejor esperemos la segunda.