No se aceptan devoluciones

Crítica de Shaoran Nox - La Cinerata

¿Por qué la película de un comediante mediano Mexicano se ha transformado en un éxito comercial? Ya impuso récord como película mexicana más taquillera en varios países, pero si analizamos todo esto de fondo, no es porque realmente sea una película que mereciera el oscar (como muy tontamente han soñado sus creadores), sino por un fenómeno actual: migración.

En estados unidos, màs de la mitad de la población son inmigrantes latinos. Y considerando que más del 70% de esa población migrante son mexicanos, tenemos un mercado hispanohablante que extraña sus raíces y adora todo lo mexicano aún cuando sea malo (pregúntenle a la selección de fútbol). Ahora bien, si les damos una historia en la cuál, una persona se tiene que ir de "mojado" para tener una mejor calidad de vida y ofrecérsela a su hija, estamos hablando de una realidad reflejada de miles de personas: solteras, con sus hijos, en trabajos en los que día a día se arriesga la vida, sólo para ver feliz a los retoños. Ahí tenemos la fórmula del éxito: Nostalgia + temas actuales + drama familiar.

Pasamos al efecto "de boca en boca". Si una película cualquiera tiene éxito comercial, los mexicanos somos los bastante ingenuos para creer que es una "buena película", y nos encargamos de inflar los números de cualquier bodrio (te hablamos a ti, Adam Sandler). A pesar de que el cine sea caro, nunca dejaremos de lado esa distracción. Y si es Eugenio Derbez, una persona que a pesar de reciclar una y otra vez los mismos productos (clichés incluídos de sus personajes en la misma película), con dos idiomas en la misma película (totalmente dirigida al público migrante y no al país mexicano), oficialmente tenemos nuevos récords en taquilla.

Y no, la película está muy lejos de obtener la calidad suficiente para competir por premios fuera de territorio nacional (si La Pastorela ganó el Ariel, tengan por seguro que esta arrasará con los premios del próximo año). Como ya dijimos, casi todos los personajes de Derbez están reciclados (incluido el mismísimo Sammy), una historia de un papá soltero (como hay muchos en todo el mundo), la historia de un migrante que, sin hablar inglés, tiene a su hija viviendo en la fantasía, y rumbo al final, un golpe totalmente bajo que contrasta con la película -por cierto, saturadísima de una música que encajaría bien en cualquier película de Disney- y que genera al espectador una lágrima fácil que nos hace olvidar de las otras dos horas totalmente absurdas que soportamos solo por los 5 minutos de desenlace que, sí, son muy tristes e inesperados, pero que al fin y al cabo, es lo que la gente más recuerda y que por eso saldrán diciendo del cine que "es la mejor película que he visto".

Agradable para pasar un rato en familia pero muy lejos del cine de calidad (incluso del cine de calidad mexicano)