No respires

Crítica de Paula Caffaro - CineramaPlus+

Tres adolescentes se dedican al robo de domicilios vacíos con el fin de llevarse objetos valiosos que luego revenden por monedas en el mercado paralelo. De esta forma quedan notablemente desfavorecidos en la transacción poniendo sus vidas en peligro en cada “aventura”. Si bien no hay justificación para sus actos, en el marco del filme, las acciones se insertan dentro de la lógica de la pertenencia a una clase social baja y de familia disfuncionales norteamericanas que empujan a los jóvenes a cometer el delito.

La última casa a la que entran (motivo excluyente del desarrollo del filme) es propiedad de un ex combatiente de Irak, y el dato no menos importante es que éste es ciego. Entonces la hazaña parece muy fácil, pues el dueño no podrá verlos una vez dentro del objetivo. Pero, como todos sabemos, las cosas no podrían nunca estar bien. Es así como la casa los atrapa y una vez dentro de ella descubren un verdadero infierno del que tal vez nunca podrán salir.

Mas allá de la motivación que impulsa las acciones y del anclaje espacio temporal de la película, No respires es un filme de género; y amparado bajo las leyes del terror propone varios aspectos que hacen de él no un filme excepcional, pero sí uno diferente, o al menos “recordable”. Con esto quiero decir que no quedará en la historia del género, sin embargo dará que hablar a la hora del manejo de ciertos recursos fílmicos que invitan a la participación sensorial del espectador.

Las apariciones imprevistas desde ángulos de cámara extrañados, el mapa virtual inconcluso de la casa (millones de puertas que se conectan entre sí), una caja fuerte a la vista y un sótano mortal son algunos de los condimentos que la película tiene y que pone a jugar durante la narración. Pero lo que más vale aquí es el poder sensorial del ciego quien, además de estar entrenado militarmente, tiene hiper desarrollado el tacto y la audición, situación por la cual nuestros queridos protagonistas, una vez más se encuentran desfavorecidos. Así como los chantajeaban en la venta de los objetos robados, el propietario de la casa asaltada los manipula con sus sentidos.

No respires, además el título del filme, es la clave para sobrevivir dentro de la casa ya que cualquier movimiento, por más ínfimo que este fuera, hará notar tu presencia. La película atrapa, pero se hace un poco extensa en el comienzo donde la presentación de los personajes no aporta nada nuevo en relación con otras películas del género. La situación típica se pone en escena y el verdadero suspense tarda en llegar. De todos modos cuando llega lo hace de manera intensa y sostenida en un raid de aproximadamente cuarenta y cinco minutos de tensión y expectativas. No respires, o morirás.

Por Paula Caffaro
@paula_caffaro