No respires

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

No respires es un gran trabajo del director uruguayo Fede Alvarez, quien en el 2013 dirigió la remake de Evil Dead.
Aunque desde la campaña promocional se vende a este film como una propuesta de terror en realidad se trata de un intenso thriller que se vuelve atrapante a medida que se desarrolla el conflicto.
Un cambio interesante en la dirección de Alvarez cuyo trabajo anterior se había enfocado en el gore y las escenas de violencia extrema y en este nuevo film abordó el suspenso de la historia desde los aspectos pscológicos.
Una particularidad muy atractiva de esta película es que revierte la fórmula clásica del subgénero conocido en ingles como "home invasion movies".
Se trata de esa clase de historia donde los protagonistas sueles ser acechados en sus hogares por psicópatas asesinos que cometen todo tipo de perversiones. Dentro de esa categoría de filmes en el pasado se destacaron historias como Perros de paja ( Sam Peckinpah), Funny Games (Michael Haneke), Los extraños (Liv Tyler) y más recientemente La purga (Ethan Hawke).
En No respires el director uruguayo le dio un giro diferente a este concepto y en esta oportunidad los criminales terminan siendo las víctimas del dueño de la casa que intentan robar.
Con una premisa muy sencilla Alvarez construye un thiller muy entretenido que sobresale por el tratamiento del suspenso y el trabajo de los actores que fue sobresaliente.
Muy especialmente ese gran artista subestimado de Hollywood que es Stephen Lang (Avatar), quien compone un psicópata que será recordado entre los mejores personajes de su filmografía.
Lang interpretó numerosos villanos en el pasado pero en este proyecto pudo destacarse con una composición más dramática que no cae en los clichés que tienen estos roles en el género.
Algo que me encantó particularmente de este film es la manera en que el director trabajó los silencios en su narración como una herramienta adicional para generar situaciones intensas.
Estamos acostumbrados a ver películas de terror donde se abusan de los efectos de sonido para generar impacto y en No respires los grandes momentos de tensión se generan a través del silencio.
Por consiguiente, esa casa que se vuelve claustrofóbica con el transcurso de la historia se vuelve un lugar aterrador aunque no haya fantasmas ni hechos paranormales.
No respires resultó una gran propuesta de suspenso que vale la pena disfrutarla en el cine y la recomiendo.