No miren arriba

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Netflix ya sabemos, aspira a ganar un Oscar en las categorías más serias, más temprano que tarde. Viene haciendo esfuerzos y acercando directores prestigiosos desde hace tres años y ahora es el turno de la llegada del sagaz Adam McKay («Vice» y «The Big Short», ¿recuerdan?) para probar suerte con una comedia política irónica, cruda y oscura, lejos del estilo de las producciones originales del gigante del streaming… Por lo cual, hay que mirarla con mucha atención.
Aquí se presenta un elenco soñado (una auténtica selección), un guión sólido y divertido y un ritmo vertiginoso que no da respiro incluso al espectador casual. Es probable que esta vez, la compañía se acerque más a su objetivo (validar su posicionamiento con un premio de relieve) que indirectamente también implica en aumentar la cantidad de suscriptores de la plataforma. «Don’t look up» ya está nominada a los Golden Globes y creemos que es sólo el primer escalón de su carrera hacia los premios de The Academy.
No vale la pena contar mucho de la trama en sí, porque esta cinta está realmente en boca de todos (se dice que es la más vista de la gran «N» con sólo una semana de haberse estrenado en la plataforma), sí, destacar que su mensaje de reflexión ciudadana sobre los manejos del poder financiero y la ineptitud de quienes dirigen los destinos de una gran nación, es un pleno enorme del director y también guionista: es el terreno que mejor le sienta a McKay y él hace lo que se espera de un hábil narrador, presenta sus cartas rápidamente y desplega todo su arsenal de gags y observaciones filosas en tiempo y forma, para conectar y edificar el enojo de cada espectador.
¿Por qué? Lo cierto es que todo lo que se presenta en «Don’t look up» refiere directamente a la gran mayoría de decisiones equivocadas que toman los gobiernos en situaciones de crisis. Eso causa gracia, o evoca sensaciones de fastidio e impotencia. Sí, está bien. Es una película y la encabezan Di Caprio y «J» Lawrence, pero cuando comienzan los políticos, periodistas y empresarios a actuar, deja de ser un espectáculo simpático y se transforma en una cuestión seria.
Y digo esto porque tenemos dos crisis grandes cercanas, en las cuales la dirigencia global política no se pone de acuerdo: el calentamiento global y el Covid 19. Siempre las decisiones se han tomado en forma precipitada, incompleta y discretamente operativa. Siento que la gran enseñanza que propone «Don’t look up» está relacionada con visibilzar ciertas cuestiones desde un costado humorístico, sin olvidar que lo que se plantea, es serio y sucede más frecuentemente que lo que debiera.
La trama presenta un descubrimiento aterrador. Dos astrónomos, léase Di Caprio y Lawrence (o tres, en realidad con Rob Morgan) han descubierto que un cometa de enormes dimensiones se aproxima a la Tierra. Un meteorito de diámetro considerable, próximamente impactará en seis meses y la destruirá, por completo. Es lo que ellos llaman «un evento de extinción»…
Al actuar rápidamente, ellos logran, en poco tiempo, notificar al gobierno de la gravedad de ese hecho, lo cual parece promisorio… Pero la presidenta de los Estados Unidos (Meryl Streep) y su hijo, jefe de asesores (Jonah Hill), rechazan la idea de avisar a la población del grave peligro y hasta la califican como «inoportuna» siendo que en pocos días, tendrán una elección de término medio que a ellos les gustaría ganar. Así planteadas las cosas, la tarea contrarreloj será llevar el tema a la discusión pública, para que algo se haga al respecto.
Es entonces donde ingresa Cate Blanchett a escena: famosa periodista que rápidamente seduce a Leo y complica, un poco más, su enfoque (y hasta desata una pequeña crisis matrimonial), siendo que las cosas no se ven auspiciosas para el team «científico». Al tomar contacto con la noticia del meteorito aproximándose, un famoso «entrepreneur» tecnológico intenta participar de la solución el problema desde la óptica de su negocio: parece que dentro del proyectil que viene del espacio hay buenos materiales para explorar que dejarían jugosos dividendos… ¿Por qué no intentar otra cosa con él (así de paso abrimos la agenda de negocios)?
Entretanto, el personaje de Jennifer Lawrence hace amigos y pega onda con unos pibes antisistema muy copados, liderados por el ascendente Timothée Chalamet (el pibito de «Dune») que también hacen de las suyas.
Por todo lo narrado aquí, ya se imaginarán como avanzará la historia y cual podría ser su final…
Quiero destacar que este es un film que destila fina ironía y cuya velocidad es trepidante. Recomiendo verlo más de una vez, a pesar de su extensión, porque creo que es una pequeña gema sobre el accionar inepto de gobiernos y círculos de poder. Es innegable que el sentido de la cinta es problematizar las respuestas políticas que los encumbrados dan en situaciones de emergencia y cómo nunca piensan en la gente, que debería ser su primer objetivo.

Sin extenderme en mi apreciación de la cuestión y volviendo al tema cinematográfico, «Don’t look up» es de las mejores películas del 2021. Una auténtica sorpresa traída por Netflix. Cara (no tanto como «Red alert», pero cerca) y esta vez, una gran experiencia para vivir en casa.