No miren arriba

Crítica de Francisco Mendes Moas - Cine Argentino Hoy

“Don’t Look Up” de Adam McKay. Crítica.
Basada en hechos que podrían ser reales.

La última película de Adam McKay desembarcó en el catálogo de Netflix hace algunos días. “Don’t Look Up”, realiza una fuerte sátira de la realidad, sobre todo el pueblo americano. Dividiendo las opiniones entre los que aman odiarla y los que odian amarla, se presenta como un fuerte candidato a los Oscars. Si algo parece sacado de la realidad, es porque en cierto sentido son parte de la misma.

Como ya nos tiene acostumbrados el director, esta producción cuenta con un elenco de primer nivel. Entre ellos, Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchett, Jonah Hill, Rob Morgan, Mark Rylance, Tyler Perry, Timothée Chalamet, Ron Perlman, Ariana Grande, entre otros. Cual ensalada de frutas, tanto talento logra funcionar a la perfección.

La estudiante de posgrado en astronomía, Kate Dibiasky y su profesor Randall Mindy hacen un importante descubrimiento. Un meteorito del tamaño del monte Everest se dirige directamente a la tierra y las probabilidades de colisión son del 100%. Con solo 6 meses para evitarlo se contactan inmediatamente con la NASA y viajan a la casa blanca para hablar con la presidenta. Pero a nadie pareciera interesarle este evento con capacidad apocalíptica.

En plena pandemia mundial, hablar de un evento que puede llegar a borrar a los humanos de la faz de la tierra podría parecer arriesgado. Lo que sucede es que un hecho habla del otro. El meteorito es la pandemia. Los políticos que no saben que hacer o eligen desestimar el acontecimiento son los nuestros, al igual que el porcentaje de personas escépticas o los conspiranoicos negacionistas.

Tener acceso a internet, es tener acceso a todo el conocimiento del mundo. El problema es que los algoritmos, muchas veces utilizados, nos envuelven en burbujas donde solo se muestran las cosas que nos gustan. Si a este sesgo informativo le sumamos los que cada uno posee por cuestiones de crianza, religión, política, o modo de pensar, todo deriva en que solo creemos en lo que queremos creer. En aquellas cosas que no nos lastiman y reafirman constantemente nuestros criterios.

Esta realidad es a la que se enfrentan Kate y Randall. Aquí el método científico pareciera no funcionar, las personas solamente quieren que el show mediático continúe sin interrumpir sus vidas. Creer en el advenimiento del meteorito se convierte en un acto político. Al final todo se vuelve binario, mirar hacia arriba y creer o no mirar y desconfiar.

Cada consigna responde a un sector con necesidades propias. Salvar a la tierra en el primer caso y mantener el poder político en el segundo. Similar a lo que sucedió con la implementación de los barbijos y tapabocas. Sumado a esto, se encuentran los agentes externos quienes solo buscan ganar dinero. Ya sea el dueño de la compañía de celul ares, como el local que vende palas a precios exagerados. Quienes empujan las decisiones para el lado que más les combiene a ellos mismos.

Adam McKay y David Sirota, quienes se encargaron de escribir la historia, supieron leer los tiempos que habitamos con un ojo crítico y una sátira venenosa. “Don’t Look Up” puede no gustarle a muchas personas, las cuales probablemente se sientan ofendidas por su representación en la película. Pero no deja de ser sorprendente que en pleno siglo XXI no podamos ponernos de acuerdo ni siquiera sobre qué forma tiene nuestro planeta. Es, completamente, necesaria su visualización para quien quiera comprender los tiempos que estamos viviendo.