No llores por mí, Inglaterra

Crítica de Susana Salerno - Impacto24

Su narración va mezclando la comedia, la aventura, la sátira y la parodia, mantiene el tono y resulta algo dinámica. Este es el nuevo film de Néstor Montalbano (Cómplices, Soy tu aventura, Pájaros volando. Un creativo como lo hizo en Chachachá o Todo X 2).

A través de un humor absurdo, ya te dice algo su título “no llores por mí Inglaterra” similar a “no llores por mí Argentina”, se va relatando un poco de nuestra historia, se termina disputando con un deporte, el fútbol, una competencia que a veces sirve para tapar el descontento social, entre otras cosas. Se hacen negocios, hay distracción y los ingleses lo utilizan para invadir, demostrando que son colonialistas.

Cuenta con varios personajes entre ellos un empresario bastante chanta de nombre Manolete (Gonzalo Heredia), su pareja es Aurora (la bailarina, productora y actriz Laura Fidalgo, quien ya trabajo con Montalbano en “Soy tu aventura”), él aprovecha todo, para ganar posición se une al general británico William Beresford (Mike Amigorena, con un muy buen maquillaje, tiene un parche en el ojo y es pelado) y vive con su madre (Mirtha Busnelli) mantiene una relación especial.

Para la disputa se utiliza el fútbol, hay varios goles (infaltable uno similar al que Diego le hizo a Inglaterra en el ’86), esta la rivalidad entre los barrios la Desembocadura y Rivera (Boca y River), el cantito “El que no salta es un inglés”, están las jugadas de un futbolista Catrú (José Chatruc), Cavenagh (Fernando Cavenaghi), increíble como DT es Sampedrito (Diego Capusotto), el francés Santiago de Liniers (Fernando Lupiz), se luce con sus habilidades de esgrima, otros personajes compuestos por: Luciano Cáceres, Damián Dreizik, Matías Martin y otros.

En el film se puede observar: la pasión, el fanatismo, los colores, las rivalidades, varios simbolismos, se utiliza el lenguaje actual, una buena reconstrucción de época, vestuario y maquillaje correcto y una banda sonora desopilante. Un buen pasatiempo. Lo que no resultan son algunas escenas donde sus efectos especiales son pobres, le falta enredos y una vueltita de tuerca.