Nine

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

Nine: lo más atractivo es el afiche...

El director de "Chicago", Rob Marshall, vuelve a adaptar otro musical a la pantalla. "Nine", musical conocido en Broadway y basado en la película "8 y medio" de Federico Fellini, a diferencia de otros musicales, no tiene ni canciones pegadizas ni grandes cuadros donde desplegar vistosas coreografías o grandes escenografías.
Sin embargo, hay algo de "Nine" que es interesante, sobre la vida un director de cine tratando de reflotar su carrera mientras intenta estabilizarse también en su vida emocional.

Pero definitivamente Marshall desacierta que desacierta en más de un sentido. En cuanto a la puesta, plantea a Guido Contini, este director italiano viviendo en Italia, pero hablando inglés con una molesta e impostada tonada italia al mejor estilo cocoliche. Además, se desaprovecha enormemente la posibilidad que da el cine de "airear" la historia, sometiéndola a una misma locación para los cuadros musicales, resaltando su teatralidad.
Intercalados con estos cuadros musicales se van mostrando fragmentos de la vida de Contini, atormentado ante la falta de ideas para su próxima película mientras lo visitan en cuerpo o en alma las mujeres que lo han marcado durante su vida.

Desfilan entonces, unidas por una trama sumamente deshilachada que no logra darles cohesión, su mujer (Marion Cotillard), su amante (Penélope Cruz), su madre (Sophia Loren), una entrevistadora de una revista americana (Kate Hudson), una prostituta que marcó su infancia (Ferguie, algo lejos de la matrona de Amarcord), su musa inspiradora, Claudia -quizás un homenaje a lo que fue Anita Ekberg para Fellini en un cuadro musical al borde de una fuente que hace recordar a "La Dolce Vita" (musa a cargo de Nicole Kidman) y la diseñadora de vestuario de sus films (Judi Dench).

Cada una de ellas por separado tendrán la posibilidad de cantar y "bailar" como en todo musical que se precie de tal. Sólo logran brillar Marion Cotillard y Penélope Cruz (extremadamente sensual con una cámara que parece secucida por sus embrujos en el cuadro musical más logrado del film) y acompaña Judi Dench en un cuadro homenaje al Folies Berger muy pintoresco aunque absolutamente anti-funcional a la trama y totalmentre prescindible.
Nicole Kidman sigue absolutamente tan gélida como siempre y el mayor desacierto del elenco esel protagónico de Daniel Day-Lewis a quien no se le cree ni cuando canta ni cuando intenta bailar, pero sorprendentemente tampoco logra darle carnadura a las partes dramáticas que juega entre cuadro y cuadro musical.

La conjunción de un elenco de estrellas de este calibre y el oficio que había demostrado Marshall para el musical, hacían esperar de "Nine" una adaptación a la pantalla, cuanto menos, interesante. Sólo logra algunos destellos (las escenas de la niñez de Guido, el diseño de arte de los cuadros musicales de Loren y Dench, la sensualidad irrefrenable de Penélope Cruz y el talento de Cotillard en una canción emocionante) y nos deja el sabor amargo que a la entrada del cine, el afiche, fue lo más atractivo de todo.