Niñato

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

El primer largometraje de Adrián Orr, responsable también de la fotografía y el guión fue la gran ganadora del Bafici y otros premios internacionales. Es que el director dedico varios años en retratar la vida de su mejor amigo y el resultado es un retrato sobre la intimidad de un padre soltero y sus hijos que intentan sobrevivir aún con el mundo en contra. Y esa construcción nos mete de cabeza en un mundo tan resguardado como interesante, verdadero, espontáneo y conmovedor. Poco se sabe del protagonista. Que ronda los 40, que vive en la casa familiar, en dos departamentos adyacentes, con su hermana (que a veces puede confundir al público con su novia) y su madre. El es un músico apasionado por el hip hop que vive intensamente esa vocación adolescente. Tiene su grupo, un lugar donde actuar. Y ningún otro trabajo. Lo demás es atender a sus hijos, con paciencia y verdades, especialmente con el pequeño Oro que tiene dificultades de atención y solo quiere rapear. En esa relación se profundiza no solo la educación que le da sino el aprendizaje de ser padre. Casi siempre en lugares cerrados, atiborrados, donde se logra una intimidad única. Un atractivo docudrama.