Ni un hombre más

Crítica de Vicky Vázquez - Cine & Medios

Criminales de medio pelo

Es sabido que es más difícil hacer reír que hacer llorar, pero a pesar de ese desafío, suele considerarse a la comedia como un género inferior al drama. Al cine argentino de las últimas décadas le ha costado, en general, encontrar el ritmo, las situaciones y los actores para hacer buenas comedias. Los ejemplos son escasos. Es por eso que un producto como "Ni un Hombre Más" brinda una doble satisfacción: no sólo se pasa un buen rato en el cine, sino que se siente que no todo está perdido en lo que al género respecta.
Todo comienza con el cobro de un rescate. Ricky (Juan Minujín), y su novia Karla “con K” (Valeria Bertucelli) festejan que el plan salió a la perfección, y sólo les queda liberar al rehén del secuestro. Sin embargo el hombre muere accidentalmente y deben huir para deshacerse del cuerpo. Se pierden en una ruta de Misiones, y así terminan en la hostería Del Cielo, atendida por Charly (Martín Piroyansky). Ricky supuestamente llama a la grúa, pero cuando Karla descubre a quién llamó en realidad tienen una discusión que termina mal, y así se comienza a complicar toda la historia.
A partir de ese momento, la trama se desarrollará como un in crescendo de situaciones disparatadamente trágicas. Esta comedia negra se apoya en las excelentes actuaciones de sus tres actores principales, Bertucelli, Piroyansky y Luis Ziembrowski, que manejan el género con una naturalidad indispensable para que situaciones bastante escabrosas resulten verdaderamente graciosas.
Filmada íntegramente en la provincia de Misiones, el guión logra hacer del entorno un integrante más, aprovechando la selva, su fauna, y las distancias, que hacen que la hostería se convierta en el escenario único de toda la acción. Con un guión casi teatral en ese sentido, todos los personajes convergen allí, siguiendo un ritmo parejo que no deja baches a lo largo del filme.
Martín Salinas, director y guionista, logra con su primer largometraje como director, una historia fresca, a pesar de su buena dosis de humor negro, con personajes simpáticos en manos de grandes actores, y un excelente ritmo. Una película que divierte y sorprende mediante giros bien ubicados en el guión, y no decae hasta el final, muy bien resuelto.