Need for speed

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Vértigo bien logrado con superacción 3D

Créase o no, esta adaptación al cine del exitoso videogame "Need for Speed" es una de las mejores películas de carreras callejeras ilegales que se haya filmado en décadas. Es que, a diferencia de las más famosas y taquilleras muestras del género, esta película no incluye policías juveniles infiltrados en pandillas dedicadas al culto por las "picadas", sino que se las arregla para que sus personajes sean criminales que infringen la ley y pongan en peligro a la gente que se les cruza.

Detalle que no le impide al argumento marcar la diferencia entre héroes y villanos, por más que los protagónicos sean unos bastardos dedicados a satisfacer su necesidad de vértigo sin reparar en los riesgos que su pasatiempo pueda generarle al prójimo.

La película dura más de dos horas lo que podria parecer demasiado extenso para un entretenimiento de superacción basado en un juego de video- y de manera consciente se toma el tiempo necesario para arrancar en serio. Esto resulta un poco irritante durante la primera media hora, que sólo se luce en las primeras excelentes escenas de autos vertiginosos en 3D, oportunamente intercaladas por una minuciosa presentación de los conflictos de personajes poco interesantes cuando están lejos del volante.

Pero aun en esas escenas, el guión se ocupa de marcar que estos simpáticos fans de los fierros podrían llevarse por delante algún peaton al doblar en cualquier esquina. Incluso llama la atención que los conductores no se molesten en usar el cinturón de seguridad aun al correr a toda máquina autos preparados para superar los 200 km. por hora.

La historia es la de un corredor que va a la cárcel falsamente culpado de haber provocado la muerte de su amigo en una picada, por lo que salir viola la libertad condicional para vengarse del verdadero responsable en una legendaria carrera ilegal en la que el ganador se queda con los carísimos autos del resto de los competidores, aunque por supuesto en este caso la carrera es por vengar al amigo muerto.

Cuando las motivaciones se vuelven mas dramáticas, en una escena clave queda claro que los personajes deben abrocharse el cinturón de seguridad, dando comienzo a una persecución imposible para atravesar territorio estadounidense eludiendo tanto a la policía como a los esbirros del villano, que harán lo posible para detenerlo (en este sentido hay una escena que casi parece un pequeño homenaje a "Mad Max").

No es el tipo de película donde el punto fuerte son las actuaciones, aunque el elenco es correcto, y mas que el héroe, Aaron Paul, sobresale el villano de caricatura Dominic Cooper, el personaje que aporta el toque cómico interpretado por Scott 'Kid Cudi' Mescudi y un soprendente y vivaz Michael Keaton como el organizador de la carrera.

El director Scott Waugh viene de una familia de stunts, y por si mismo tiene un curriculum impresionante en el rubro (incluyendo películas para Michael Mann y John Carpenter), además de haber dirigido el ultraviolento film sobre marines verdaderos todo un hito de la acción realista dado que utilizó munición auténtica- y obviamente las escenas de persecuciones logran algo tan raro como devolver al cine los viejos choques de autos con realismo y la menor cantidad de efectos digitales posible, pero además filmados especialmente para aprovechar las posibilidades del 3D. Hay muchas escenas para la antología, que ningun fan querra perderse.