Nadie

Crítica de Mariana Mactas - TN - Todo Noticias

Después de su Saul Goodman, en Breaking Bad, el extraordinario Bob Odenkirk se ganó su propia serie, la todavía mejor Better Call Saul. Está claro que es un actor capaz de matices y cuesta pensar en alguien mejor que él en un papel tan a su medida como el de Hutch Mansell. El hombre que, en la primera secuencia de Nadie, toma la decisión de no enfrentar a los ladrones que se meten a robar en su propia casa.

Hutch es nadie, un Don Nadie (qué dureza canceladora la de ese nombre). Así lo mira su propia familia a partir del episodio. Con su reacción como gatillo que socava ciertos preceptos, o estereotipos, de lo que se espera de un hombre, padre de familia, puesto en la disyuntiva de defender lo suyo. El director de origen ruso Ilya Naishuller parece proponer, junto a su protagonista, un juego con esos estereotipos. Nadie alterna la descripción de Hutch, un tipo metódico, de rutinas, prolijo, con la posibilidad de algo totalmente distinto: un vengador peligroso, volcánico.

Hay que tomarse unos minutos, quizá, para captar la ironía. Nadie parece homenajear a los héroes de acción contemporáneos y del pasado reciente, de Harry el Sucio a Liam Neeson, otro veterano reconvertido en vengador implacable. Y lo hace con un festín de guiños y clichés del género, coreografiando la violencia, musicalizando con humor, mientras el bueno de Hutch se revela.