Nadie vive

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

El japonés Ryûhei Kitamura tiene una carrera amplísima en Japón, especialmente en films de acción y fantásticos. Este segundo film en los EE.UU. es una rareza: aunque comienza como una “de torturas” (pandilla mala rapta pareja linda en el medio de la nada) se transforma en una verdadera sucesión de acciones sangrientas, casi bélicas, que ponen a todos los personajes del lado de los “malos”. La originalidad gráfica y rítmica se debilita en la falta de sentido de la trama.