Nada culmina en la víspera

Crítica de Alejandro Turdó - EscribiendoCine

Abuelo y sindicalista

La dupla de directores Florencia Orce y Pablo Moro decidieron traer a la luz la historia de una figura elusiva del sindicalismo de nuestro país, el señor Miguel Gazzera, una de las primeras figuras preponderantes que luchaban por los derechos de los trabajadores y referente de ni más ni menos que Juan Domingo Perón.

Los 85 minutos de duración de Nada culmina en la víspera nos llevan por un recorrido doble: por un lado el largo camino recorrido desde los inicios de Gazzera en su Córdoba natal, su lucha por los trabajadores que derivó en su actividad sindical y los años oscuros tras el exilio de Perón y los sucesivos gobiernos militares. Por el otro, tenemos el recorte de Gazzera desde el plano familiar, y acá la cuestión pasa por un tamiz especial porque Florencia Orce es nieta del hombre que es objeto de análisis de su propio documental.

Con testimonios de referentes gremiales, hombres de la política como Carlos Tomada y por supuesto la familia del mismísimo Gazzera, el relato busca reconstruir la vida de un hombre que todos concuerdan se llevó varios secretos al más allá tras su muerte en 2011. El proceso también significa un redescubrimiento para la propia Orce, quien desconocía casi por completo ese costado sindical y combativo de su abuelo, algo de lo que se hablaba poco en el seno familiar.

Rescatando fragmentos perdidos y ocultos, apoyándose en un notable trabajo de recopilación de material de archivo, más el aditamento del registro en video de aquellos lugares que probaron ser clave de la vida de Gazzera, Nada culmina en la víspera no solo echa luz sobre un personaje que bien merece este redescubrimiento, sino que también sirve para entender un poco mejor más de una cuestión de nuestro devenir político contemporáneo.