Nacidos vivos

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Registro de un drama extendido y eterno

Corresponde aclararlo de entrada: este documental no se refiere a los casos de niños nacidos en cautiverio bajo el régimen militar, sino a otros casos mucho más extendidos y eternos: los de aquellos chicos que fueron dados en adopción ilegal con anuencia o por ignorancia o temor de sus madres, la mayoría de ellas pobres adolescentes, o adolescentes pobres, que es casi lo mismo. A veces les dicen que el bebé nació muerto, o que murió a las pocas horas, que "ellos" se encargan, que para qué quiere el cuerpito, y la infeliz se va sola, con la ropita que había preparado.

Pasa sobre todo en provincias, como lo describe "Nordeste", de Juan Solanas. Pasa en muchas otras naciones también, como vimos recientemente en "Philomena", de Stephen Frears, o como señala Bertrand Tavernier en "Holy Lola", sobre los trámites de una pareja francesa para llevarse una criatura de Camboya. Las leyes de adopción, con todas sus vueltas y demoras disuasivas, también las hacen "ellos".

La documentalista Alejandra Perdomo no se demora en denunciarlos. Las autoridades ya deberían conocerlos. Ella prefiere descubrirnos el trabajo quijotesco de una mujer que, casi desde la nada, está ayudando a mucha gente a conocer su verdadero origen y en algunos casos, si es posible, a conocer a su madre biológica. La mujer se llama Mercedes Yánez y está al frente de una dependencia mínima, sin mayor equipo ni presupuesto, desempeñando un trabajo detectivesco casi superior a sus fuerzas y sus posibilidades, pero aun así está al frente, y muchas veces logra resultados positivos. El lugar se llama Oficina de Derechos Humanos y desde hace 16 años funciona en el Registro Civil Central de la Ciudad de Buenos Aires. No da abasto, y no hay nada parecido en las provincias.

La película muestra un poco de su labor, agrega explicaciones de especialistas reconocidas, se apoya en historias, a veces resueltas, muchas veces no, de diversas personas que buscan saber algo muy importante para ellas. Algo tal vez fundamental, que sólo unos pocos Estados avanzados consideran. Los otros suelen perder sus archivos, o mezquinarlos al interés ciudadano. Es cierto, Yánez no tiene el carisma ni el sentido del espectáculo que tenía Franco Bagnato con su programa dedicado al reencuentro de familiares ("Gente que busca gente", creación de Rosita Sueyro), pero su labor es cotidiana, firme, indeclinable. Al menos hasta que la jubilen. Lo que pase después, habrá que ver quiénes se encargan. Perdomo enciende el alerta con esta película, e impulsa a la coordinación de grupos interesados. En eso las redes sociales suelen ayudar en las búsquedas, y en el reclamo de leyes útiles, equipos, presupuestos, examen obligatorio de Adn para la parturienta y el bebé. Según cálculos, en Argentina hay más de tres millones de personas robadas y vendidas a poco de nacer.