Nace una estrella

Crítica de Macarena Maidana - Loco x el Cine

Jackson Maine, un cantante de música country se encuentra en el borde de su decadencia cuando descubre a Ally, un talento desconocido. Paralelamente que inicia un tórrido romance entre ellos, Jack empuja a Ally a brillar en los reflectores, catapultando su estrellato

Nace una estrella ( A Star is born, 2018) es la tercera adaptación  que se hace desde la original allá por el 1937, dirigida en ese entonces por William A. Wellman. En esta ocasión está escrita y dirigida por Bradley Cooper, quién también la protagoniza junto a Lady Gaga, Sam Elliot y Anthony Ramos, entre otros y producida por Clint Eastwood.

Bradley Cooper junto a Lady Gaga

Parte en la vida de Jackson Maine (Bradley Cooper), un cantante de country/rock en el auge de su carrera, que (casi) sin querer una noche termina bebiendo en un bar queer y se topa con Ally (Lady Gaga). Rápidamente se pierden en miradas que dicen más que mil palabras pero Jackson alcanza a percibir el talento de Ally en cuestión de segundos.

Lo que lo empuja  a insistir a Ally, en mostrar ese talento escondido que supieron herir al decirle que no era lo suficientemente “linda” para triunfar en los escenarios.

Impecables Cooper y Gaga

Rápidamente consolidan su amor, y luego de subir a cantar junto a él en varias ocasiones, la carrera de Ally despega paulatinamente pero Jackson comienza a verse eclipsado por su éxito y comienza una lucha consigo mismo adentrándose (aún más) en su lucha contra el exceso de alcohol y las drogas de manera cruda y triste.

Si bien es un arco argumental que abunda en la historia hollywoodense, es destacable el trabajo de Cooper y por su puesto de Lady Gaga, a quien vemos por primera vez en pantalla grande y logra transmitir absolutamente todo lo que atraviesa Ally de una manera conmovedora. Impecables ambos, pero debo destacar también a Sam Elliot quien cumple un papel importantísimo en la piel del hermano mayor de Jackson, tratando de cuidar de su hermano lo que más se lo permita.

Lady Gaga junto a Anthony Ramos, mejores amigos en la película

La banda sonora es inmaculada, cada canción e interpretación es totalmente increíble, de nuevo gracias a los dos protagonistas. Sin dudas no es una película más del montón, trae a flote temas delicados como las adicciones, el manejo de la fama y la depresión. Conmovedoramente realista y hermosa.