Muralla

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

Jorge “Muralla” Rivera supo ver tiempos mejores. Pero su pasado como ídolo futbolístico quedó atrás y ahora vive como puede, de una manera muy humilde, con un hijo internado esperando un transplante y sumiéndose en el alcohol para calmar las penas. Frente a la desesperación de conseguir dinero, recurrirá al secuestro de jóvenes, un acto que resulta simple por su trabajo de chofer de un minibus. Sin embargo, luego de la muerte de su pequeño tomará conciencia de sus actos e intentará redimirse.

“Muralla”, la película que representará a Bolivia para los Oscars, nos ofrece un thriller con tintes de drama familiar que atrapará al espectador desde un inicio por la profundidad de su temática y el clima de suspenso intenso que genera.

Es una radiografía sobre la sociedad, la decadencia humana, los límites que estamos dispuestos a cruzar, las decisiones moralmente cuestionables, la redención y la corrupción. Estos temas están abordados de una manera profunda, realista y pesimista, provocando sensaciones de angustia en el espectador. Además, se ven plasmados en la construcción del personaje, que poco a poco se va sumergiendo en el infierno.

Fernando Arze Echelar realiza una gran labor a la hora de interpretar al protagonista, poniéndose la película al hombro, a pesar de estar bien acompañado por el resto del elenco, entre ellos con una participación de Pablo Echarri como uno de los antagonistas. El actor principal construye un personaje marginal, que por más que tenga buenas intenciones, su desesperación lo lleva a irse degradando de a poco. No solo lo logra transmitir con sus acciones y actitudes, sino también con sus gestos.

La película se arriesga en sus aspectos técnicos, por momentos con abusos de ciertos recursos, pero usa posiciones de cámara interesantes que suman a la historia, como también presenta una atinada fotografía a cargo de Gustavo Soto que marcará la decadencia del protagonista. La banda sonora acompaña de una manera óptima, sobre todo para marcar y acrecentar los momentos dramáticos.

En síntesis, “Muralla” es una película poderosa, que se sumerge en un submundo marginal para realizar una radiografía social sobre la decadencia moral y humana. Muy bien interpretada por su protagonista y con buenos recursos técnicos, la cinta atrapará al espectador de principio a fin.