Mujeres al ataque

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

La guerra de los sexos

Difícil cargar con el apellido Cas-savetes y ser director de cine. Hipótesis de psicología barata: si bien eligió la misma profesión de su padre, Nick -el hijo de John y Gena Rowlands- parece haber buscado la forma de desmarcarse dirigiendo películas que no tengan ni punto de comparación con las de su venerado progenitor. Por lo menos en este caso: Mujeres al ataque es una comedia liviana, que en algunos momentos logra arrancar alguna que otra sonrisa, pero está mayormente cargada de chistes fáciles, incluyendo algo de escatología y bastante infantilismo (en el mal sentido de la palabra).

La película puede inscribirse en el subgénero “guerra de los sexos”, con algún parentesco con Sex & The City por el retrato de cierta camadería femenina, sus personajes protagónicos y el ambiente en que se mueven. Son tres mujeres exitosas en términos capitalistas: es decir, tienen plata y belleza. Sólo les falta un amor verdadero para completar los mandatos sociales. Cameron Diaz es una abogada que descubre que el hombre con el que lleva saliendo dos meses está casado. Termina aliándose con la mujer engañada (Leslie Mann) y otra amante decepcionada (Kate Upton) para hacerle la vida imposible al Don Juan (Nikolaj Coster Waldau, conocido por ser Jaime Lannister en Game of Thrones).

Hay una frase que podría haber transformado a Mujeres al ataque en algo más interesante de lo que es: “La monogamia no es natural. Podés hacer como los franceses y vivir con eso”, le dice -palabras más, palabras menos- el personaje de Diaz al de Mann. Pero no le pidamos peras al olmo: a la esposa la embarga la “furia norteamericana” y entonces la película sigue los carriles convencionales de una comedia hollywoodense.

Por suerte Diaz es una buena comediante, aunque la verdadera protagonista es Mann, que cuando no sobreactúa también es eficaz. En cambio, Coster Waldau parece más hecho para la acción: le sientan mejor las peleas a espada limpia y las intrigas palaciegas de Game of Thrones que los gags. El hallazgo de la película son las curvas de Upton, una bomba sexy con destino de estrella siempre y cuando profundice ese acelerado curso de actuación que declaró haber tomado con Cameron Diaz durante el rodaje.