Mujer Maravilla 1984

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Con un estreno mundial a mediados del pasado diciembre, esta nueva “Wonder Woman” llega tres meses tarde a los cines argentinos. Su estreno original, en los Estados Unidos, también se había pospuesto varias veces durante el atribulado 2020. Lo mejor que tenia el film original de 2017 con Gal Gadot era que, tanto la presentación del personaje como el hecho de estar ambientada en batallas de la Primera Guerra Mundial, la convertían en la primera película épica de super héroes. Eso se pierde en esta “Mujer Maravilla 1984” que ya desde el titulo da una pista: la poderosa Diana ha mantenido un perfil bajo a lo largo de las décadas y recién en 1984 retoma la acción como la heroína que lucha contra un villano que piensa monopolizar el petróleo mundial gracias a una reliquia que permite que todos sus deseos se vuelvan realidad.

Con dos horas y media la duración es excesiva, sobre todo porque empieza con chistes relativos a la nostalgia de los años 80 y sólo lentamente torna a film de super acción. Hay una buena escena con una persecución en un país árabe, al estilo de las películas de Indiana Jones, y también momentos divertidos con Kristen Wig como una científica nerd que desea ser tan poderosa como Diana, y lo consigue, aunque sin medir la consecuencia de sus nuevas habilidades. En cambio Chris Pine no aporta mucho, y el villano Pedro Pascal es más una caricatura que otra cosa. Eso si, a nivel técnico, la nueva Mujer Maravilla esta a la altura de la anterior.