Mujer Maravilla 1984

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

El estreno de la primera película de esta heroína con la magnética Gal Gadot y la dirección de Patty Jenkins fue todo un acontecimiento. La realización no solo consagraba a la protagonista, sino que tenía mucha acción, gracia y sorpresa. En esta secuela, con la misma dupla pero otros guionistas el film se extiende innecesariamente a dos horas y media. Tiene comparativamente menos acción y por momentos la historia escrita por la directora con Geoff Johns y David Callaham se enreda y se complica y es menos efectiva. Por supuesto que los fanáticos que supo conseguir la bella Gadot, una verdadera estrella, estarán de parabienes, y tanto ella como su personaje y su directora tendrán la oportunidad de enmendar defectos en una tercera entrega. Aquí el film tiene una apertura muy bien realizada, donde siendo una niña, la heroína recibirá una lección moral sobre los atajos y las trampas, que nos permite regresar a su historia mítica. Después ya estamos en l984, una década de ambiciones desmedidas y su enfrentamiento con dos villanos que no significa que refuercen la película: Maxwell Lord, una especie de Trump, con un negocio con pies de barro y una compañera que sueña con imitar la wonder woman. Un artefacto que tendrá sus consecuencias vuelve realidad muchos sueños, el delirio para el hombre encarnado por Pedro Pascal, no demasiado trabajado, solo su desmesura, y la transformación a Cheetah encarnada por Kristen Wiig, que resulta desaprovechada. El rulo que permite la reaparición del amor para la mujer maravilla con Chris Pine será de los más agradecido para las almas románticas.