Muerte en Buenos Aires

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Pretencioso policial argentino

Un film con muchísima producción pero con un guion que no está a la altura de las circunstancias.

“Muerte en Buenos Aires” narra sobre un asesinato de un hombre de la Alta Sociedad producido en 1989 donde la corrupción, la vanidad, la sexualidad eran moneda corriente, sobre todo al conocerse que el occiso era frecuentador del ambiente y, en ese momento, submundo gay. Dicho asesinato será investigado por el Inspector Chávez acompañado de la Agente Petric.

A su vez ingresara en escena un joven oficial de policía, el agente Gómez, primero en llegar a la escena, y que comenzara a relacionarse de forma especial con el Inspector Chavez. Cuando van avanzando en el caso, el poder comenzara a tratar de embarrar la misma hasta tratar de que el espectador no sepa quién es el verdadero asesino. El film tiene una gran producción en algunos aspectos, pero falla y mucho en otros cuanto a lo que es la época en si.

El personaje de Demian Bichir habla en un idioma que se hablaba a principios de los setenta o sesenta y no a finales de los ochenta. Hay diálogos y situaciones que son muy poco verosímiles, factor principal de cualquier thriller policial que se precie de tal. Según su directora en una se inspiro en el film cuando vio “Secretos en la Montaña” y que sería bueno hacerlo entre dos policías, situándolo en Buenos Aires y le daría pie, a su vez, de mostrar la corrupción en los ordenes de poder, ya sea la alta sociedad porteña, la policía o la justicia. Más allá de las buenas actuaciones y, como decía una buena producción de ejecutiva, el guión que comienza bien, después se disuelve y no es creíble, convirtiéndolo en un film previsible. Las actuaciones son muy buenas y solidas. Demian Bichir y Mónica Antonopulos demuestran ser grandes actores desperdiciados, lo mismo que Humberto Tortonese y Hugo Arana. Carlos Casella realiza una muy buena labor y el Chino Darin cumple con lo que su personaje le pide.

“Muerte en Buenos Aires” es una ópera prima fallida. Igualmente por lo que se muestra, algunas cosas pueden llegar a ser rescatable, con lo cual quedan las puertas abiertas para esperar que el segundo film sea mucho mejor.