Monster Hunter: la cacería comienza

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

En un análisis riguroso en términos cinematográficos, Monster Hunter no obtiene ni un punto. Todo lo que hace al film como tal, está mal.

Su puesta es desordenada, su ambición es nula, su guión es flojo, sus actuaciones son pobres y así hasta llegar al último detalle.

Pero me surge la siguiente pregunta: ¿Qué se le puede pedir a una película que adapta a un videojuego donde la premisa es cazar monstruos gigantes?

Tal vez para un público gamer más joven y poco experimentado con el cine la propuesta resulta atractiva.

Yo soy publico target porque amo la ciencia ficción, pero no pude dejar pasar todo lo malo que tiene el film como para disfrutar lo estrafalario.

Me da la sensación de que el director Paul WS Anderson nunca se lo tomó en serio y/o no pudo hacer magia con lo que se le entregó para trabajar. Porque te pueden gustar más o menos, pero sus recientes películas de la saga Resident Evil estaban bien hechas dentro de todo.

Lo mismo sucede con Milla Jovovich. Está ahí por el cheque. Y ni hablar del totalmente descolocado Diego Boneta o lo caricaturesco de Ron Perlman.

Lo actoral termina de dar ese gran sentido (o mejor dicho sinsentido) de desorden. Ojo, queda más que claro que no hay que buscar el verosímil, pero lo que sucede es que muchas veces se pasa esa instancia y llega al ridículo.

No hay mucho más que decir, lo próximo sería describir escenas, pero no viene al caso. Los amantes del exitoso juego que adapta tendrán la última palabra.